MONTERREY.- Ya parece cuento. Chile perdió un nuevo partido preparatorio inserto en el proceso eliminatorio y lo que es peor, no dio muestras de una recuperación con miras al enfrentamiento con Uruguay.
Pero lo que es peor, el final fue el mismo que se viene observando en los capítulos anteriores: México, el rival de turno, le pasó por arriba, lo encajonó en su sector, lo desdibujó y terminó por batir la valla defendida esta vez por Carlos Toro. El 1-0 fue más que justo tras los 90 minutos.
No se desordenó Chile en la primera etapa. Claro, tampoco llegó con profundidad, ni con Zamorano ni con Navia, pero Toro no pasó zozobra alguna, salvo un achique que le tuvo que hacer a Borghetti cuando éste aprovechó un mal rechazo de Reyes.
Es que el cuadro mexicano abusó hasta la saciedad del centro, tanto por el lado de Carmona como el de Marco Ruiz, en busca de la cabeza de Borghetti y De Nigris, los delanteros de moda en el campeonato azteca. Y en eso la defensa chilena respondió, bien ordenada por el debutante Italo Díaz, apoyado en la experiencia de Reyes y en el correteo de Villaseca.
Pero si atrás la cosa caminaba casi sin sobresaltos, de mitad de cancha hacia arriba todo se desconectaba. Con el desdoblamiento de Estay no alcanzó porque Tapia no se siente como enlace. O estaba arriba, junto a Navia y Zamorano, o muy retrasado, tratando de tomar contacto con el balón. Quizá si el único elemento rescatable fue lo que protagonizaron Pozo y Pérez. Conocedores de la "pega", marcaron, controlaron a los que se descolgaban por su sector y se dieron tiempo para llegar arriba, tirar un par de centros o fabricarse el foul. Pero no alcanzó para más.
Tras el intermedio, Chile trató de darle un giro al partido con la incorporación de Donoso al mediocampo. Pero el ex loíno se quedó mucho con la pelota y eso permitió la recuperación mexicana e impidió la sorpresa y la comunicación con Estay, Zamorano y Tapia.
Y para colmo, las expulsiones de Eros Pérez y Joel Reyes terminaron por desequilibrar y desordenar lo único bueno que le quedaba al cuadro nacional: la fase defensiva.
El tanto de Osorno a los '39 fue un justo aunque mezquino premio para los aztecas y un viejo y conocido final para la teleserie que aún protagoniza la "Roja" en el fútbol internacional.