MADRID.- El positivo del defensa del Barcelona Frank de Boer, revelado hoy por un diario holandés y confirmado por el jugador, ha extendido al fútbol español y europeo la plaga de casos de dopaje por nandrolona, una sustancia sobre la que ni la FIFA se ha puesto de acuerdo.
Este esteroide anabolizante, protagonista en el fútbol italiano de los casos por dopaje del también holandés Edgar Davids (Juventus) y del portugués Fernando Couto (Lazio) se suministra de "forma misteriosa", según los implicados, o puede llegar a producirse de forma espontánea por el organismo.
Ni la misma FIFA se pone de acuerdo sobre cuándo debe sancionar estos casos de dopaje. El 3 de marzo del 2000, un portavoz de la Federación Internacional aseguró que el máximo organismo del fútbol mundial estaba dispuesto a no suspender a los jugadores que diesen positivo por este componente, porque lo podía producir el hombre de forma natural.
La FIFA encargó el estudio a un investigador suizo, que tras experimentar con 148 futbolistas de la Primera y Segunda División suiza llegó a la conclusión de que "bajo estrés físico, como el producido por el entrenamiento, el hombre genera nandrolona de forma endógena en una cantidad que se sitúa en el umbral de los dos nanogramos por mililitro de orina".
Tres días después, la FIFA desmintió a su portavoz, negó que no fuese a sancionar estos positivos y remitió los antecedentes a su comité ejecutivo de marzo.
En éste, la Federación Internacional expresó su intención de que "los jugadores que den una tasa levemente superior a la permitida legalmente sean investigados antes de ser sancionados" -como sucedió este lunes con Davids en Turín-, en contra del criterio del Comité Olímpico Internacional, que aplica la suspensión inmediata.
El consumo de la nandrolona se ha convertido en otro de los misterios, porque los jugadores implicados siempre han aludido a oscuras confabulaciones contra ellos, sustancias disueltas en los líquidos que beben durante los entrenamientos o los partidos y que les suministran sin su consentimiento.
Edgar Davids, que dio positivo cuatro días después de jugar con la selección holandesa frente a Turquía, como Frank de Boer, aseguró: "Tengo una gran consideración por mi cuerpo, es la casa de mi alma y sólo tengo uno. Esta regla es muy importante para mí y por eso no le es fácil al departamento médico trabajar conmigo, ya que no acepto ni medicamentos para resfriados".
Con menos lírica, el defensa del Lazio Fernando Couto, capitán de la selección portuguesa, afirmó su inocencia: "En toda mi carrera deportiva, en los clubes y en la selección, nunca necesité de engaños para mostrar mi valor".
En la última Copa América, disputada en 1999 en Paraguay, la selección mexicana llegó a plantarse ante sus dirigentes y amenazó con no disputar la Copa de las Confederaciones, que se jugó poco después en su país, por no defender a sus jugadores Paulo César Chaves y Raúl Rodrigo Lara.
Ambos, que dieron por positivo por nandrolona en el partido contra Brasil, negaron siempre haber tomado algo y, pese a que fueron suspendidos por dos años por la Confederación Sudamericana de Fútbol, pudieron disputar la Copa de las Confederaciones después de que la FIFA levantase la sanción en contra del criterio de los dirigentes sudamericanos.
Fue un caso similar al de su compañero Claudio Suárez, el jugador que más partidos ha disputado con la selección mexicana, que dio positivo en un partido de la Copa de las Confederaciones, en 1997 contra Brasil, y al que la FIFA también le levantó la sanción.
En España, la Comisión Nacional Antidopaje asegura que el fútbol es el que cuenta con más controles (unos 1.500) y uno de los que menos casos registra, sin positivos en las tres últimas temporadas.
Esta temporada, no obstante, la sombra del dopaje afectó a la UD Las Palmas, después de que se descubriese que a varios jugadores se les inyectaran sustancias tras el partido con el Rayo Vallecano.
Uno de los médicos del club, Eufemiano Fuentes, llegó a amenazar con "llevar a los tribunales" a quien le acusase de dopaje.
La Federación Española, que ya ha instaurado los controles por sorpresa durante los entrenamientos, anunció esta temporada que la Copa del Rey 2002 tendrá controles antidopaje en todas sus eliminatorias.
La FIFA, mientras, ha remitido a todas las federaciones que participan en la fase de clasificación del Mundial 2002 una circular en la que solicita la mejora de las instalaciones de control de dopaje en los estadios.