MILWAUKEE.- El escolta Ray Allen respondió a sus críticas contra la NBA y los árbitros con la mejor actuación en las Finales de la Conferencia Este y guió a los Milwaukee Bucks a la victoria de 110-100 en el sexto partido de la eliminadoria que quedó empatada a 3-3.
El séptimo y decisivo partido se disputará el próximo domingo en el First Union Center de Philadelphia y el ganador se enfrentará a Los Angeles Lakers, que son los campeones de la Conferencia Oeste después de barrer 4-0 a los San Antonio Spurs.
Allen logró su mejor marca como profesional en la fase final al conseguir 41 puntos, incluidos 25 en la primera parte, cuando los Bucks se fueron al descanso con un parcial de 60-31 para tener ya encarrilada la victoria que necesitaban si querían continuar con vida.
"Hemos demostrado que somos mejor equipo que los Sixers cuando nos dejan jugar como sabemos y podemos hacerlo en el campo", declaró Allen.
El escolta estelar de los Bucks anotó 12 de 25 tiros de campo, incluidos 9 de 13 triples, estuvo perfecto desde la línea de personal (8-8), capturó dos rebotes, dio cuatro asistencias y robó tres balones.
El alero Glenn Robinson aportó 22 puntos, el alero Tim Thomas anotó 13 y Scott Williams, también fue factor en la victoria al conseguir 12 tantos, 10 en el primer cuarto cuando los Bucks comenzaron a dominar el partido.
El pívot Ervin Johnson volvió a ser el mayor pilar defensivo para los Bucks al conseguir 12 rebotes y ocho puntos, mientras que el base Sam Cassell, no pudo acompañar a Allen y Robinson en el ataque para ser los "Big Three", se quedó con sólo seis tantos, pero dió 11 asistencias.
Los Bucks también pudieron como equipo superar el ataque arrollador de la estrella de los Sixers, el escolta Allen Iverson, que encontró su mejor toque de muñeca en el cuarto periodo para anotar 26 puntos de los 46 con los que finalizó el partido.
La reacción de Iverson llegó demasiado tarde cuando su equipo ya no tenía ninguna opción para la victoria porque la diferencia de hasta 33 puntos que lograron los Bucks (66-33) con 10 minutos por jugarse en el tercer periodo era imposible de remontar.
"Hicimos un gran partido y jugamos no sólo con el corazón sino también con la mentalización que podíamos superar a los Sixers en todos los aspectos", subrayó George Karl, entrenador de los Bucks.
Los jugadores y el entrenador de los Bucks esta vez admitieron que los árbitros los trataron con respeto y pitaron faltas personales que en los otros partidos no lo habían hecho contra los Sixers.
Al margen de Iverson, el ataque de los Sixers no existió y sólo dos jugadores más pudieron superar la barrera de los 10 puntos con Dikembe Mutombo, que logró 10 y 14 rebotes, mientras que Aaron McKie aportó 12 y nueve asistencias.
"No supimos contener al ataque de los Bucks en los tres primeros cuartos y cuando Iverson reaccionó en el cuarto ya era demasiado tarde, aunque no estuvimos muy lejos de remontar una desventaja que hubiera hecho historia", declaró Larry Brown, entrenador de los Sixers.
Los Bucks lograron un 48,1 por ciento de acierto en los tiros de campo; 95,8 desde la línea de personal (23-24) y 68,4 en los triples (13 de 19), comparados al 47,5; 80,0 (16-20) y 61,5 (8-13), respectivamente, para los Sixers.