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Sufrida victoria chilena en Copa América

Un autogol a pocos minutos del final permitió al equipo de Pedro García vencer con muchos tropiezos a una desinhibida Venezuela y clasificar a la segunda ronda del torneo regional.

14 de Julio de 2001 | 19:24 | Patricio Corvalán C, emol.com
BARRANQUILLA.- Hasta cierto punto -si uno se remite a verle el tarot a la historia- era previsible: una buena, una mala. Claro, en el último año, el fútbol chileno nos había acostumbrado a ser regular, perdiendo cuanto partido se le ponía por encima, pero cuando a mitad de semana la "Roja" debutó en Copa América goleando a Ecuador, más de uno pensó que el duelo de este sábado ante Venezuela iba a ser para acompañarlo con un vaso de agua y un par de calmantes.

Dicho y hecho. Por más que Chile se transformó en el primer equipo clasificado a la segunda fase del torneo que se disputa en Colombia (más encima, en calidad de invicto tras vencer hoy 1-0 a los venezolanos), se volvieron a retroceder casilleros en el tablero.

El planteamiento de Pedro García hacia sus dirigidos se asentó en agruparse atrás -desgastarse poco, en realidad, tomando en cuenta la alta temperatura- y explotar la eventualmente débil defensa llanera para matar de contraataque. Sin embargo, el elenco de Richard Páez fue inteligente para no irse directamente al arco chileno, sino que se afianzó en territorio rival, hizo circular la pelota (siempre hacia adelante, eso sí) y obligó con reiteración a que los defensas salieran a buscar la pelota, cansados del toque que a ratos le imponían los caribeños.

Chile, ante eso, mostró poco. Una defensa particularmente lenta, en la que Noriega y Urdaneta explotaron las debilidades y, gracias al tremendo trabajo de Páez (el hijo del entrenador, la figura del partido) se las rebuscaron para complicar. No mucho, pero algo más que los "rojos", perdidos en la salida, sin un conductor y con los delanteros chocando reiteradamente ante los gigantes de la zaga rival.

Tras el aburrido primer tiempo, el plan de García debía variar. Osorio nunca fue el conductor que el técnico buscó y en eso estuvieron los dos errores del estratega. Primero, por insistir desde un comienzo con él y luego, cuando al inicio de la segunda etapa debía reemplazar al lesionado Aros, eligió seguir con su dibujo, haciendo ingresar a Henríquez en vez de cambiarle el juego a los venezolanos, con la entrada de Valenzuela.

El pequeño volante, en todo caso, además de entrar tarde le dio la razón a la porfía del entrenador. Nunca repitió la dosis de genialidad y talento que demostró ante Ecuador. Pegadísimo a la banda derecha, no fue capaz de juntarse con Navia y el ganoso Montecinos (ganoso y punto), mientras que por el otro lado, Venezuela reclamaba con toda razón los dos goles anulados por dudosas posiciones de adelanto.

Si los errores de García estuvieron en el planteamiento, los de Venezuela se concentraron en los cambios. Las salidas de Páez y Urdaneta diluyeron un ataque simple, casi precario, pero tremendamente rápido e incisivo. La ingenuidad del técnico, en todo caso, no pasó de largo, porque en uno de los últimos anunciados contraataques de Chile, Montecinos recogió un rebote en el área y le pegó mordido. El tiro, al que llegaba Dudamel, fue desviado por Rey y se fue lentamente al fondo del arco.

¿Mucho premio para uno, mucho castigo para otro? De todas maneras, pero así como durante gran parte del último año Chile jugaba mal y perdía, ahora -al menos este sábado- la "Roja" sigue jugando igual de mal, pero al menos gana. Y eso ya es un avance.
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