RIO DE JANEIRO.- La clasificación de Brasil para el Mundial de 2002 es puesta en duda hasta por el nuevo arzobispo de Río de Janeiro, Eusebio Scheid, quien se sumó al coro de críticos que se mofan de la selección tras su desastrosa presentación en la Copa América.
"No me quedaron esperanzas. Vi el partido contra Honduras: una barbaridad. Brasil no tenía juego: no tenía mediocampo; no tenía ataque; no tenía defensa... no tenía nada. Y era contra Honduras. Fue un chiste", se quejó el recién designado arzobispo en declaraciones publicadas hoy por el diario Jornal do Brasil.
El prelado, que se definió como un amante del fútbol-arte, dijo tener pocas esperanzas de ver a Brasil disputando la Copa Mundo de Japón y Corea del Sur.
Cuatro días después de la histórica derrota por 2-0 contra Honduras que dejó a Brasil afuera de la Copa América, la prensa local continúa llenando páginas y más páginas con críticas, hostigamientos y hasta chistes.
Los nuevos blancos de los ataques son la elección de Panamá como futuro adversario de Brasil en un amistoso, las disculpas dadas por los futbolistas que disputaron la Copa América y la negativa del técnico Luiz Felipe Scolari y sus hombres a decir que sienten "vergüenza" por haber perdido contra Honduras.
La vergüenza la reconoció hasta el ex seleccionador Telé Santana, uno de los técnicos más exitosos del país. En entrevistas que dio con motivo de la celebración, hoy, de su septuagésimo cumpleaños, el técnico de la selección brasileña en los mundiales de España '82 y México '86 afirmó sentir tristeza por la selección.
"Nunca esperaba vivir para ver a Brasil perder ante Honduras, que no tiene ninguna tradición en el fútbol. El hincha no acepta tanta humillación. Esta faltando talento y creatividad, así como amor, orgullo y respeto por vestir la camisa amarilla", afirmó.