ROMA.- El Milán, con su triunfo en terreno del Udinese por 1-2, en el partido que cierra la tercera jornada liguera, se ha tomado la segunda plaza del máximo campeonato a dos puntos del líder Juventus.
El partido fue de total control del Milán, donde se registró el positivo debut del centrocampista turco Umit, que desde el mismo pitazo inicial, salió más decidido a hacer suyo el triunfo y se volcó en busca del tanto que pronto dejaría las cosas en su favor.
Logró su objetivo el Milán apenas cumplido el primer cuarto de hora. Fue una acción del rumano Contra, quien dejó el balón al ucraniano Andreij Shevchenko y este, desde el borde del área, no perdonó en lo que era, prácticamente, el primer disparo a puerta del partido.
El tanto volvió más conformista al técnico turco Fatih Terim y, sin espectacularidad, pero con concreción, su equipo controló el empuje de un Udinese que, lógicamente, adelantó más sus líneas, pero no sabía cómo superar el buen planteamiento defensivo rival.
Fue en una acción de balón detenido, cerca del descanso, cuando el Udinese del técnico inglés Roy Hodgson dispuso de su mejor ocasión para empatar, pero la defensa del Milán solventó el peligro.
Apenas iniciada la segunda mitad, el Milán volvió a golpear pronto. Lo hizo por medio de Filippo Inzaghi (m.54), que tras recibir de Shevchenko situó el 2-0 a favor de su equipo. Las esperanzas del Udinese, con todo aparentemente sentenciado, renacieron en el minuto 73, cuando Muzzi materializó una pena máxima cometida por el georgiano Kaladze sobre el colombiano Martínez (había salido en el minuto 55).
El 1-2 dio alas y fuerzas al Udinese, arrugó algo al Milán, cuyo técnico Terim reforzó su centro del campo, dando entrada a Donati y Brocchi y, sobre todo, al quitar a un Shevchenko (m.81) que era quien más peligro había llevado a la meta local.
Con un Udinese volcado sobre el área rival, no obstante, pudo el Milán haber "rematado" ya todo a su favor en una doble acción consecutiva de Inzaghi y del danés Laursen, pero el primero no acertó en el remate y el segundo envió el balón al travesaño (m.83). Pudo llegar también el empate en la prolongación, pero el meta visitante Abbiati hizo el "milagro".
David Pizarro, volante chileno del Udinese, jugó todo el partido.
Al final, el resultado no cambió y el Milán se volvió a encontrar con una victoria foránea que le faltaba desde hacía casi nueve meses y, justamente, en terreno de un Udinese donde había logrado la precedente.