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Fútbol: El penal está de cumpleaños

Hace 110 años, el inglés Joseph Health, del Wolverhampton, pateó la primeta falta desde los 11 metros. Al principio, el arquero puede adelantarse hasta los 5,50 metros, pero en 1929 se le obliga a permanecer en la línea de portería.

21 de Septiembre de 2001 | 10:05 | EFE
MADRID.- Los ingleses seguramente pensaron en los duelos cuando decidieron inventar la norma del penal: dos jugadores a solas en el área pequeña, 11 metros de distancia, un solo tiro que llevará a la gloria a uno y dejará hundido al otro.

Hace 110 años, Joseph Health, del Wolverhampton, vivió la gloria y entró, además, en la historia del fútbol al ser el jugador que tiró el primer penal oficial. Ocurrió en la liga inglesa el 14 de septiembre de 1891, 28 años después de la fundación del que hoy se llama el "deporte rey".

¿Cómo surgió la idea del penal? La tuvo un irlandés: William McCrum, director de una industria textil, portero del Milford Everton y directivo de la Federación de su país.

Cansado de las numerosas faltas de mano cerca de la portería, propuso una regla que defendiera el espíritu del juego. Los ingleses se opusieron hasta que en la primavera de 1891 se registra un hecho que les hace cambiar.

Cuartos de final de la Copa de Inglaterra, Stoke City-Notts Country. Está ganando el Notts por uno a cero, uno de sus jugadores para el balón con la mano en la línea de gol, falta, el once del Notts se coloca en la portería, el arquero desvía el tiro, el Stoke pierde.

La prensa considera lo ocurrido una injusticia, por lo que el 2 de junio, en un hotel de Glasgow, el International Board, organismo encargado del reglamento, aprueba el penal, que entra en vigor en la temporada 1891-1892.

Su principal novedad es la ausencia de jugadores entre quien tira desde los 11 metros y el arquero. Al principio, éste puede adelantarse hasta los 5,50 metros, pero en 1929 se le obliga a permanecer en la línea de portería.

En 1893, el International Board establece que en caso de un penal pitado en el minuto 90, el partido tiene que proseguir hasta que se ejecute la sanción.

Según recuerda el diario milanés "Corriera della Sera", esta norma tiene un origen curioso: el portero del Aston Villa, equipo que gana uno a cero al Stoke, agarra la pelota y la lanza al graderío en el minuto 90 justo cuando el árbitro ha pitado un penal en su contra. Cuando el balón vuelve al césped, el partido ya ha terminado.

Ninguna norma es tan decisiva y tan cargada de drama como el penal, no en vano la marca de los 11 metros ha sido bautizada como "el punto fatídico", desde el que se han ganado y perdido Mundiales, Europeos, Copas de Europa, de América, etc.

Una historia de dulce y agraz
Italia vivió todo este drama en el Mundial que organizó en 1990. Tanda de penalt en las semifinales contra la Argentina de Diego Armando Maradona. El "pibe de oro" no falla, pero sí lo hacen Donadoni y Serena. El portero argentino Goycochea obtiene el título de héroe.

La alegría argentina dura hasta la final contra Alemania. De nuevo un penal, esta vez injusto, pitado por el árbitro mexicano Edgardo Codesal en el minuto 84. Brehme acaba con el sueño de Maradona.

El hecho deja en Maradona uno de los recuerdos más amargos de su carrera: "No quise saludar a Havelange porque me sentía robado y sentía que él (presidente de la FIFA) tenía que ver con eso".

En la final del Mundial de Estados Unidos de 1994, la maldición volvió a cebarse sobre Italia. Empate a cero con Brasil. De nuevo la lotería de los 11 metros. Fallan Baresi, Massaro y Roberto Baggio. Cuarto título para Brasil.

Los aficionados españoles también saben lo que es sufrir por un penal. La estrella de la selección, Raúl, tiene la oportunidad de empatar a dos con Francia en los cuartos de final del Europeo de 2000 para pasar a la prórroga. El madridista falla el tiro. Era el minuto 90.

Quizá más cruel fue lo que le pasó al yugoslavo Miroslav Djukic en el minuto 90 del último partido de la liga española 1993-94. Allí estaba Djukic en el "punto fatídico". Si anotaba, el Deportivo de La Coruña ganaba la Liga y la perdía el Barcelona. Djukic falló y la ciudad de la Torre de Hércules lloró durante semanas.

Hay porteros que se toman la revancha sobre los delanteros y no dudan en tirar los penales. Nadie lo hace como el paraguayo Chilavert, gran anotador también con los tiros de falta.

Normalmente los lanzadores suelen coger carrerilla y disparar, pero hay excepciones: el italiano Signori pega su zurda al balón y tira.

El checo Panenka entró en la historia dando su nombre a una forma de lanzar la pena máxima. Final del Europeo de 1996. Serie de penales. Panenka inventa un disparo picado, lento y por el centro, que deja al alemán Sepp Maier boquiabierto. Primer título para su país.

En estos 110 años, nunca hubo un penal más triste que el que dio a la Juventus el título europeo en 1985 en la final de Heysel contra el Liverpool. Platini lo marcó, pero nadie lo celebró: la policía estaba contando las víctimas de la avalancha provocada por los "hooligans" en el estadio de Bruselas: 39 muertos.
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