TOKIO.- La legendaria tenista Martina Navratilova, ex número uno del mundo, dijo que hoy en día podría estar en condiciones de jugar un partido con cualquiera de las mejores jugadores del ránking mundial, menos con la campeona de Wimbledon y del Abierto de Estados Unidos, Venus Williams.
"Creo que estaría a la altura del nivel de cualquiera. Pero de Venus, no; ella es muy fuerte y todavía no ha llegado a su máximo nivel", dijo Navratilova, quien participó en la reciente Copa Princesa de Tokio jugando dobles al lado de la española Aranxta Sánchez Vicario.
La jugadora, de 44 años, lamentó que el tenis actual sea demasiado dimensional, con mucho énfasis en el servicio potente y la fuerza desde el fondo del campo.
"Las jugadoras de ahora golpean más fuerte la pelota, pero se ha perdido variedad de juego. Todos se quedan en la línea de fondo. Para mí sería aburrido hacer eso, incluso en superficie de arcilla", comentó a Reuters la estadounidense de origen checo.
Ganadora de 167 títulos entre 1975 y 1994, más que ninguna otra tenista en la historia, Navratilova admite que aún en su mejor momento tenístico, en la década de 1980, hubiera sido difícil enfrentar a Williams.
"Mi servicio zurdo le hubiera molestado y mi variedad de juego habría funcionado muy bien contra ella. Pero Venus tiene la envergadura de un cóndor, es realmente increíble", explicó la campeona de 18 torneos de Grand Slam y exquisita jugadora de saque y volea.
La nueve veces campeona de Wimbledon dio unos consejos a la actual número uno del mundo, la suiza Martina Hingis, quien no gana un torneo de Grand Slam desde el Abierto de Australia de 1999.
"Dejando de lado el servicio, Hingis gana porque no falla. Pero necesita mejorar su servicio. Las jugadoras que golpean con contundencia la pelota ganan demasiados puntos fáciles gracias a su servicio, Martina no gana ninguno fácil", explicó Navratilova.
"Martina solía vencer a una jugadora de gran potencia, pero ahora hay muchas de ellas en el circuito", dijo Navratilova, al tiempo de indicar que seguirá jugando dobles con Sánchez Vicario hasta fin de año.
Navratilova, quien desde la tribuna todavía vibra durante los partidos cuestionando alguna decisión del árbitro o apretando el puño para celebrar un punto, insiste en que su relación con el tenis es casi inmortal.
"Yo no hago esto por llamar la atención. Cuando me retiré, realmente no tenía necesidad de volver a golpear otra pelota de tenis por el resto de mi vida. Pero cuando estás en esto, lo deseas. La pasión nunca termina", confesó.