PORTO ALEGRE.- El equipo argentino de Talleres le arrancó este jueves un punto de oro al brasileño Gremio, al empatar en 0-0 en el partido de ida entre ambos clubes por los cuartos de final de la Copa Mercosur.
Con este resultado, el conjunto argentino tendrá la ventaja de disputar el choque decisivo, el partido de vuelta, en su propio terreno, el estadio Chateau Carreras, en la provincia de Córdoba.
Talleres había sido líder del Grupo D en la primera ronda del torneo y Gremio en el grupo E, y con este empate ambos continúan sin conocer la derrota en la presente edición de la Copa Mercosur.
Este jueves, Gremio se mostró más agresivo en el arranque del partido, valiéndose de su esquema de cinco hombres de mediocampo para apoderarse de la pelota por ese sector, y de esa forma mantener siempre abastecidos a los atacantes Luis Mário y Claudio.
Mientras Luiz Mário explotaba su impresionante velocidad ingresando en diagonal, Claudio se volcaba por el flanco izquierdo, donde aparecían por sorpresa Rubens Cardoso o Gaviao.
Sin embargo, el entrenador de Talleres, Mario Zanabria, previó la presión inicial y alertó a sus jugadores para ello y, además, utilizó un recurso muy simple para minimizar el poder de fuego de Gremio: colocó a Avalos y a Carrizo alternándose en la marcación hombre a hombre sobre el habilidoso Zinho.
De esa forma, sin su principal motor de jugadas ofensivas en el mediocampo, Gremio fue disminuyendo poco a poco su poderío ofensivo. No obstante, Albornoz no logró ponerse el traje de conductor en el equipo argentino.
De esa forma, LaPaglia y Cuba pasaron a depender casi exclusivamente de largos lanzamientos en profundidad para imponerse a la defensa de Gremio, pero casi invariablemente quedaron atrapados en la ley de la posición adelantada.
Al promediar el período inicial, Gremio recuperó la iniciativa, con las proyecciones de Cardoso por el andarivel izquierdo, pero el fuerte sistema escalonado de la defensa argentina se mostró eficiente, y de ese modo el primer capítulo se fue con el marcador en blanco.
En el segundo tiempo, el entrenador de Gremio retiró a Zinho, quien a causa de la estrecha marca poco había podido hacer, y en su lugar dio ingreso al juvenil Guilherme, con la misión de aproximar las jugadas de mediocampo a los hombres del frente.
Poco después, Zanabria respondió lanzando a Monroy en el lugar de Albornoz, y con ello el mediocampo de Talleres adquirió un toque de balón más prolijo, pero continuó faltando peso ofensivo para abastecer a Cuba.
En los 15 minutos finales Gremio se lanzó desesperadamente al ataque. Mauro Galvao ingresó en la zaga, para que Polga pudiese actuar en el mediocampo, y luego Sérgio substituyó al combativo pero lento Itaqui.
La presión se torno insostenible en las proximidades del área de Talleres, y el entrenador Zanabria a duras penas logró administrar el empate utilizando dos substituciones en los minutos finales, apenas para permitir el paso del tiempo.