PARIS.- Lleyton Hewitt regresó hoy feliz a casa en Australia, más que satisfecho de abandonar el invierno europeo para ultimar su preparación para la Copa Masters, que se disputa en el primaveral calor de su patria.
Derrotado el martes en segunda ronda por el ecuatoriano Nicolás Lapentti en el Masters Series de París, Hewitt ha visto disminuidas sus esperanzas de poder superar en la última semana al brasileño Gustavo Kuerten en la Carrera de Campeones.
También el martes, Kuerten puso fin a su serie de cuatro derrotas consecutivas en primera ronda al batir al checo Bohdan Ulihrach.
Ambos, Hewitt y Kuerten, se enfrentarán en el torneo que comineza el 12 de noviembre en Sydney, al grupo de élite integrado por Andre Agassi, Patrick Rafter, Juan Carlos Ferrero y Goran Ivanisevic, entre otros.
La derrota de Hewitt, de 20 años, se debió en parte a una súbita indisposición estomacal. "Fue un problema de dieta europea, quizás. La verdad es que me gustaría estar ya en Australia", fue la rápida respuesta de Hewitt.
Si el brasileño gana el título en París -sería el tercero en Francia este años después de Roland Garros y Montecarlo- aventajaría a Hewit por 133 puntos.
El australiano admitió que ha sido una larga temporada, y aún le quedan por disputar el Masters y la final de la Copa Davis contra Francia. "Esto es muy duro para cualquiera", dijo.
Por ello, pese a la derrota, el joven australiano ve el lado positivo. "Probablemente sea una ventaja para mí tener más tiempo para prepararme para la Copa y realmente tengo buenas probabilidades en los dos últimos eventos del año".
Lo cierto es que Hewitt asegura no estar preocupado sobre las subidas y bajadas de los ránkings. Con el nuevo sistema, el número uno sólo se concede oficialmente al final de la temporada, sin importar quién es el líder temporal.
"Si alguien me hubiera dicho en agosto, cuando perdí en segunda ronda en Indianápolis, que tendría una oportunidad de ser el número uno me habría reído", afirmó el "aussie", que después de Indianápolis conquistó el US Open y el prestigioso torneo de Tokio.
"Si en enero soy el preclasificado número uno en el Abierto de Australia, entonces pensaré que soy el número uno del mundo", sentenció.
