WASHINGTON.- Los Wizards de Washington, de la mano del genial Michael Jordan, se han transformado en el éxito deportivo y económico, según muestra el balance de la mitad de la temporada regular de la liga norteamericana de baloncesto profesional (NBA).
El quinteto capitalino paso de ser la cenicienta de la Conferencia Este de la NBA a convertirse en uno de los grandes animadores de la temporada.
Abe Pollin, dueño del equipo, no cabe en sí de gozo. Los partidos en casa se han jugado con un lleno completo del Centro de Convenciones de Washington, con 20.674 localidades.
“Si continuamos con la entradas agotadas, por primera vez en muchos años no perderé dinero y es probable que gane algunos dólares”, declaró Pollin que anunció su intención de hacer nuevas inversiones si continúa el éxito.
Los Wizards, a mitad de temporada, se han colocado a la cabeza de los 29 equipos de la NBA en la taquilla, según las estadísticas de la asociación.
Thomas Boswell, columnista del diario The Washington Post”, en su balance de media temporada, describe el fenómeno como el profesor Jordan y sus estudiantes en la cancha”.
Después de un despegue dudoso y hasta frustrante para el famoso número 23, por las derrotas consecutivas que tuvo que asimilar Jordan y el equipo, el quinteto ha reestructurado sus filas y se ha convertido en un conjunto de alta competitividad, en el que el veterano jugador es el eje del motor.
Como en un tablero de ajedrez, las piezas están colocadas en su sitio. Jordan vuelve a reeditar su experiencia exitosa de los Bulls de Chicago, donde alrededor de su pericia y experiencia se formaron equipos que capturaron consecutivamente el codiciado título de la NBA.
Jordan, de 38 años, tiene su propia interpretación de la experiencia de los Wizards: Creo que los muchachos han empezado a aceptar su rol y sentimos que nuestra dedicación está rindiendo sus frutos”.
Creo también que hemos empezado a trabajar como un equipo, ésta es la gran diferencia para el éxito”, agregó Jordan, que subraya que sus compañeros de juego han dejado de verle como el protagonista y han empezado a entender que forman parte del engranaje.
Doug Collins, en los inicios de la temporada, había reconocido que el equipo no jugaba como conjunto y que Jordan debía redoblar sus esfuerzos para estar en el ataque y la defensa, en un afán de disminuir las visibles deficiencias del quinteto.
En los inicios, el equipo había acumulado un déficit de ocho derrotas consecutivas que pusieron en duda si había sido acertada la decisión de Jordan de volver a la cancha tras tres años de alejamiento.
La experiencia parece haber dictado a Jordan el libreto a seguir. En los ocho últimos partidos, en los que los Wizards se han llevado la victoria, el número 23 ha mostrado su faceta de hábil repartidor de balones, mientras sus compañeros han aprendido a buscar la posición más ventajosa frente y debajo del tablero.
“Ha sido una transición muy dificultosa”, declaró el defensa Richard Hamilton, que se ha convertido en el alumno aventajado del maestro Jordan.
Los Wizards no sólo se han convertido en el gran animador de la temporada, la afición está ilusionada por el retorno de Jordan y desea verlo en acción en la nueva faceta de su exitosa carrera deportiva.
