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La sufrida historia de la "Academia"

Tras 35 años de sequía, Racing volvió a celebrar un título. Entre los extranjeros que han vestido la camiseta albiceleste, hay cuatro chilenos: Sergio Livingstone, Manuel Neira, Marcelo Vega y Pablo Contreras.

27 de Diciembre de 2001 | 19:29 | ANSA
BUENOS AIRES.- Racing Club, fundado el 25 de marzo de 1903, sumó hoy el 19o. título de su historial, el séptimo campeonato en la era profesional del fútbol argentino, acaso el más festejado de todos, pues llegó tras 35 años de sufrimiento.

En ese período, Racing, cuya hora cumbre fue la copa mundial de clubes de 1967, sufrió el descenso a Segunda (de 1983 al 85), el humillante alquiler de su plantel a otra institución, y, sólo dos años atrás, la quiebra del club, por una deuda de 60 millones de dólares, que lo dejó al borde de la liquidación.

Fue el período más oscuro para un Racing que ganó su apodo de "La Academia" a comienzos de siglo, en la era amateur del fútbol argentino, al conquistar siete títulos consecutivos, de 1913 al 19, con un fútbol exquisito, más hábil y pícaro, distinto del juego inglés, de pases largos y más vertical.

Aquella notable seguidilla puso punto final a la hegemonía del anglófilo Alumni de los hermanos Brown, por lo que los historiadores afirman que la fundación criolla del fútbol argentino comenzó en realidad a partir de Racing.

El club había sido fundado en 1903 fruto de la fusión de dos entidades (Football Club Barracas al Sud y Club Atlético Colorados Unidos), con 45 socios y camiseta blanca y el nombre de Racing Club fue propuesto por uno los pioneros, Germán Vidaillac, aunque su primer presidente fue Arturo Artola.

El exitoso ciclo de 1913 a 1919, siete títulos seguidos, comprendió una racha de 130 partidos y apenas 5 derrotas y el club ganó luego los títulos de 1921 y ’25, con Alberto Ohaco y Enrique "Chueco" García como cracks símbolos de la era amateur.

La era profesional también los hace celebrar
Racing volvió a ser campeón argentino, ya en la era profesional (iniciada en 1931) en 1949, ’50 y ’51 y luego en el ’58 y ’61, con nombres históricos de Ezra Sued, Llamil Simes y Norberto "Tucho" Méndez en el tricampeonato y de Rogelio Domínguez (llegó a atajar en el Real Madrid), Rubén Sosa, Oreste Corbatta, Humberto Maschio y Federico Sacchi en la etapa siguiente.

Su máximo goleador histórico es Evaristo Barrera, con 136 goles, mientras que sus figuras extranjeras más destacadas fueron el arquero chileno Sergio Livingtone, el peruano Ramón Mifflin, el brasileño Walter Machado da Silva y los uruguayos Juan Ramón Carrasco y Ruben Paz.

Entre los 60 extranjeros que pasaron por el club figuran también los uruguayos Nelson Chabay, Carlos Aguilera, Julio César Balerio, Gustavo Matosas, Marcelo Saralegui y Osvaldo Canobbio, los paraguayos Manuel Fleitas Solich, Delfín Benítez Cáceres, Heriberto Correa, Carlos y Félix Torres y Estanislao Struway, los brasileños Dorval Rodrigues y Ademir, los chilenos Manuel Neira, Marcelo Vega y Pablo Contreras y, ya en el plantel actual, los colombianos Gerardo Bedoya y Alex Viveros.

El sexto título de la era profesional fue en 1966, el recordado "Equipo de José", por el DT Juan José Pizutti, y que al año siguiente ganó la Copa Libertadores de América y la Copa Intercontinental, ésta última en finales ante el Celtic escocés.

En aquel equipo, que anotó un record de 39 partidos invicto y se caracterizó por su audacia ofensiva, brillaron nombres como los del arquero Agustín Cejas (el que más partidos jugó, 313), y los zagueros Roberto Perfumo y Alfio Basile, entre otros.

Pero a partir de allí comenzó el declive, que incluyó el descenso, el alquiler del plantel, el desfile de 70 técnicos para ganar apenas un título (la Supercopa sudamericana de 1988 con Alfio Basile DT) y, finalmente, la quiebra judicial.

Sólo una ley especial, dictada a partir de la popularidad del club y la presión de sus fanáticos, que llegaron a encadenarse a las puertas de la sede del club, permitió sobrevivir a Racing, que ahora está en manos de una empresa privada, Blanquiceleste S.A., que podrá explotar comercialmente al club durante 20 años, a cambio de finiquitar una deuda estimada de 60 millones de dólares.

El título logrado hoy, el Apertura 2001, pone fin así al largo calvario de sus hinchas, acaso los más sufridos del fútbol argentino, que hoy vivieron una alegría en medio del drama socioeconómico que agobia a su país y que hace unos días provocó inclusive la renuncia del presidente Fernando De la Rúa.
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