MELBOURNE.- Tras desmerecer el poderío del tenis femenino y continuar con sus ataques despiadados sugiriendo que la estadounidense Venus Williams desafíe al número 1.310 del mundo, el alemán Karsten Braatsch, a disputar la revancha de "la batalla de los sexos" de 1998, al chileno Marcelo Ríos le salieron defensores inesperados.
Después de "prepararse" para el encuentro de práctica con las hermanas en la cancha número 12 del Melbourne Park jugando una ronda de golf, y fumándose un cigarrillo entre los puntos disputados, el alemán venció a Serena por 6-2 y luego a Venus por 6-1.
Ríos reafirmó lo dicho sobre el tenis femenino después de eliminar al español Alberto Martín en tercera ronda, y no quiso entrar en la polémica con la estadounidense Jennifer Capriati, quien catalogó las declaraciones de Ríos como "ridículas" y "estúpidas".
Pero hoy en dos medios de prensa de este país, Ríos encontró aliados en Darren Cahill, ex entrenador del tenista australiano Lleyton Hewitt, y el columnista del diario nacional "The Sydney Morning Herald", Richard Hinds.
Cahill, en su columna publicada por el diario local "The Age" bajo el título "La crítica de Ríos es justa", manifestó que lo declarado por el chileno es la realidad de lo que ocurre en el tenis femenino actual.
"Marcelo Ríos no es probablemente el jugador más amistoso del circuito ni el más querido. Al escribir esto, no quiero decir que haya hecho algo ofensivo contra los jugadores que tratan de evitarlo. Es que él es muy cerrado, muy privado y raramente se mezcla con gente fuera de su círculo de amigos y su familia. Aun ver una sonrisa en su cara es una rareza", expresó Cahill.
"Cuando Marcelo atiende las preguntas en una conferencia de prensa y le pega con un ’revés a dos manos’ al tenis femenino, le provoca sorpresa a muchos. Fue interesante escuchar que tiene opiniones sobre el juego femenino. Quiero ser honesto: Marcelo tiene razón en lo que dijo", precisó Cahill.
"Ríos declaró que el tenis femenino carece de nivel competitivo, que hay diferencias de nivel entre las primeras diez o doce del mundo y el resto, y que las jugadoras favoritas no sufren mayor oposición hasta que llegan a cuartos de final. No dijo que no puedan jugar, que no sean profesionales, que sean haraganas, que ganan más dinero del que merecen, o que estén gordas como lamentablemente manifestó Richard Krajicek en Wimbledon hace casi una década", agregó Cahill.
"Marcelo, simplemente, expresó una opinión: señalando que, comparados con los partidos de hombres de las primeras rondas, los de las mujeres fueron mucho más fáciles y de menos desgaste físico. No declaró que fuera culpa de Martina Hingis, Jennifer Capriati, Kim Clijsters, Venus Williams, Justine Henin y compañía. Ellas están en el pináculo de sus carreras y son verdaderas profesionales que merecen los elogios que reciben", añadió Cahill.
"Ellas están expandiendo los límites del tenis femenino con su preparación atlética y su potencia física. Pero, al mismo tiempo, están aumentando la distancia entre las primeras jugadoras de la clasificación mundial y el resto, y es en los torneos de Grand Slam, con un total de 128 participantes, donde las diferencias quedan expuestas aún más", concluyó Cahill.
Por su parte, Richard Hinds designó a Ríos como la "figura de la semana" por tener el coraje de expresar lo que piensa sobre el tenis femenino.
"El título de figura de la semana se lo otorgamos a Marcelo Ríos, el nuevo chico malo del Abierto de Australia, por tener el coraje de expresar su opinión, aun corriendo el riesgo de quedar fuera de la lista de tarjetas de navidad que año a año envía la legendaria Billie Jean King", destacó Hinds.
"Además, el hombre defiende sus críticas al tenis femenino con algunas magníficas exhibiciones en los partidos que ha disputado hasta el momento", agregó Hinds.