SANTIAGO.- Universidad Católica partió esta mañana hacia Río de Janeiro para visitar el próximo jueves a Flamengo en un partido del Grupo 8 de la Copa Libertadores con cuatro bajas y una duda en sus filas, además de la esperanza de tener un buen debut en el torneo continental.
El centrocampista paraguayo Jorge Campos, fichado este año, será la ausencia más sensible de la UC en el encuentro, pues debió quedarse en Santiago debido a que debe cumplir un partido de castigo al ser expulsado el año pasado cuando defendía al Cerro Porteño en un partido ante Cruz Azul.
Tampoco subieron al avión el delantero argentino Iván Gabrich, que se recupera de una contractura; Eduardo Arancibia, afectado de una tendinitis, y el recién incorporado atacante Rodrigo Barrera, que está en pleno proceso de adaptación física.
Por otra parte, el técnico Juvenal Olmos, aunque se reservó la información sobre el equipo titular, deberá optar entre Cristián Alvarez o Fernando Solís en la plaza de lateral derecho, según se pudo apreciar en el último entrenamiento.
Si el técnico se ciñe a los esquemas e instrucciones que dio en la práctica futbolística, la UC se enfrentará a Flamengo con Jonny Walker; Cristián Alvarez o Fernando Solís, Pablo Lenci, Miguel Ramírez, Miguel Ponce; Mauricio Segovia, Jorge Acuña, Patriocio Ormazábal, Milovan Mirosevic; Daniel Pérez y Arturo Norambuena.
Para Olmos y sus jugadores, no es un dato válido que ningún equipo chileno haya ganado en Brasil algún partido de la Copa Libertadores desde 1987, ya que sostienen la premisa de que cada partido tiene su propia historia.
"No vamos a descubrir ahora la capacidad y la potencia del fútbol brasileño, pero sabemos que Flamengo viene pasando por un momento difícil y no estamos para levantar muertos. Queremos demostrar que no somos los convidados de piedra del Grupo", sintetizó el centrocampista Mauricio Segovia.