SEPANG, Malaisia.- El tetracampeón mundial Michael Schumacher se muestra sonriente y amigable en vísperas del Gran Premio de Malaisia de Fórmula 1, y hoy repartió cumplidos entre los malaisios, anfitriones de la carrera que tendrá lugar el domingo en el circuito de Sepang, donde mañana comenzarán los entrenamientos.
Recién llegado de la isla de Langkawi, donde pasó unos días de vacaciones, un Schumacher distendido ofreció un preludio inédito del Gran Premio, alabando a los organizadores de la carrera y sólo mostrándose molesto por el helado frío reinante en el interior de las instalaciones del circuito, debido al aire acondicionado.
"La gente de aquí es muy amable. Estuve andando mucho en bicicleta. Todos me sonrieron a pesar de que con toda seguridad han visto en muy raras ocasiones a alguien como yo", aseguró el piloto alemán en su primera conferencia en los días previos al Gran Premio malaisio, dando cuenta de sus preparativos para la gran batalla contra el calor que se entablará el domingo en Sepang.
Schumacher quiso dejar bien claro que, a pesar de la simpatía de los malaisios, no se quedaría a vivir en el país, a pesar de los rumores que han circulado durante los últimos días, que daban cuenta de la compra de una casa en Langkawi. "Si hubiera comprado todas las casas sobre las que se ha especulado, sólo en Italia tendría ya diez", opinó sonriente la estrella de Ferrari.
Tras su triunfo en el Gran Premio de Australia, el cuádruple campeón mundial es el único que puede tomar tranquilo la salida en la segunda carrera de la temporada. Pero Schumacher, ante todo, desea más calma y sosiego a sus rivales, ahora bajo presión.
"Espero que todos enfilemos la primera curva un poco más distentidos", dijo aludiendo a la colisión que se produjo en el circuito de Albert Park de Melbourne hace dos semanas, en la que quedaron fuera de carrera a ocho bólidos.
Pero el alemán sabe que la competencia no duerme. "Desearía estar más a menudo en el pódium, sobre todo en el centro", dijo rebosante de confianza la joven estrella de McLaren-Mercedes Kimi Raikkonen. El finlandés fue tercero en Melbourne.
Después de que en los últimos tres años sólo pilotos de Ferrari y McLaren-Mercedes ocupasen los lugares del pódium en Sepang, Schumacher cuenta este año con el equipo Williams-BMW, en el que está encuadrado su hermano Ralf. "En una carrera sin lluvia nos van a pisar los talones", afirmó.
Bajo el calor extremo en el moderno circuito de Sepang, se estima que los neumáticos Michelin, utilizados por las "flechas de plata" y por Williams-BMW, tienen ventaja sobre los Bridgestone que usa Ferrari. Schumacher, ganador de 54 Grandes Premios, es de otra opinión: "Me siento muy confiado en nuestros neumáticos".
De todos modos, Schumacher no cree que va a dominar como hace dos semanas en Australia. "El año pasado cambió mucho entre Australia y Malaisia. Es incierto si ahora ocurrirá lo mismo", enjuició las posibilidades en Sepang, donde ganó las dos últimas ediciones y donde ahora puede conseguir el "hat trick" (Tres victorias seguidas).
Todavía está en el aire cuando saldrá a correr el nuevo F2002 de Ferrari. "Naturalmente preferiría tener al bólido mejor hoy que mañana. Pero queremos estar seguros al cien por cien de que responderá debidamente", dijo el alemán.
Justo después de las sesiones de prueba celebradas en el circuito barcelonés de Montmeló, la semana que viene, Ferrari decidirá si el nuevo bólido tomará la salida en el Gran Premio de Brasil, que se corre el 31 de marzo, o en la siguiente carrera, el Gran premio de San Marino, que se disputará en Imola.
De momento, Schumacher confía en el ya acreditado auto del año pasado, con el que ganó en Australia, y en su excelente forma física. Entrené mucho con la bicicleta y jugué al futbol, explicó Schumacher el programa de sus vacaciones.
Pese al tórrido calor que tendrá que soporta dentro de su bólido, el mayor de los hermanos Schumacher lo prefiere al frío artificial que impera en los hoteles de Malaisia. "Sufro con las instalaciones de aire acondicionado. Lo siento por los malaisios. Pero yo prefiero el aire fresco dentro del coche".
En el actual debate sobre la reducción de costos en la Fórmula 1, Schumacher se pronunció en contra de una posible ampliación del programa de carreras. "No sé donde hay fechas libres para meter Grandes Premios adicionales", opinó.
Además, en invierno uno precisa mucho tiempo para recuperarse.
Su compañero de equipo, el brasileño Rubens Barrichello, no ve objeciones a que el Mundial cuente con "cuatro o cinco carreras más". "Rubinho", que parece haber aceptado su situación a la sombra de Schumacher, todavía tiene ambiciones de ser campeón del mundo -"Sí, sueño con ello", confesó-, por lo que ampliar el calendario podría ser un nuevo modo de incrementar sus opciones para cumplir su sueño.