BUENOS AIRES.- El ídolo de Boca Juniors, Juan Román Riquelme, retomó hoy los entrenamientos luego del secuestro de su hermano Cristian, de 18 años, que lo marginó del partido ante Huracán, pero el entrenador Oscar Tabárez aún no decidió si lo alistará para el cotejo del domingo frente a Unión.
Sin hacer declaraciones a la prensa, Riquelme se hizo presente en el predio "Casa Amarilla" de Boca, para ponerse a las órdenes de Tabárez, luego de haber faltado a las últimas prácticas.
Riquelme tomó parte de la práctica de fútbol, en donde jugó durante 25 minutos, pero el uruguayo Tabárez definirá mañana si lo alista para el partido contra Unión, por la duodécima fecha del torneo Clausura.
"El equipo lo decidiré mañana", aseveró el director técnico en una conferencia de prensa, y agregó que Riquelme "se está recuperando de una circunstancia difícil, como cualquiera lo puede suponer".
Riquelme soportó el secuestro de su hermano menor, y personalmente llevó a cabo las tratativas con los delincuentes, a los que les pagó una suma superior a los 100 mil dólares (280.000 pesos).
Tabárez explicó que el cuerpo técnico boquense no tiene intenciones de "apurarlo ni obligarlo a que juegue; con el correr de las horas eso lo vamos a tener un poquito mas claro".
El jugador había abandonado la concentración del equipo en la noche del martes, un día antes del partido que Boca debía jugar contra Huracán por la undécima fecha, tras enterarse del secuestro de su hermano Cristian, quien juega en las inferiores del club Platense.