VALENCIA.- Más de 5.000 aficionados del Valencia recibieron hoy, a pesar de la lluvia, a su equipo en el aeropuerto de Manises tras la consecución del título de Liga en la jornada de ayer al imponerse al Málaga por 0-2.
Las instalaciones del aeródromo valenciano fueron invadidas desde primeras horas de la mañana por una continua afluencia de seguidores que abarrotaron la terminal y las inmediaciones del recinto, y que estalló a las 13.25 horas con la aparición de la plantilla, cuerpo técnico y directivos del club.
La expedición valencianista recibió su primer baño de multitudes por parte de los empleados del aeropuerto, quienes esperaron a pie de pista a los campeones de Liga y les dedicaron los primeros cánticos en territorio valenciano.
Mientras tanto, en la terminal, los cinco mil seguidores valencianos amenizaron la larga espera con continuas loas a su equipo y con especiales dedicatorias al capitán Santiago Cañizares y al astro de la plantilla, Pablo César Aimar.
"Pablo es nuestro dios, el Valencia nuestra religión", rezaba la pancarta que colgaba sobre una de las vallas de protección que separaban a los hinchas de sus ídolos, quienes vestían con el traje oficial del club y con bufandas conmemorativas del título.
Como ocurrió en 1999, con motivo de la Copa del Rey, un autobús de estilo británico engalanado con los colores del Valencia esperó al equipo a las puertas del aeropuerto y a pesar de que estaba dotado de una capota para aislar a sus ocupantes de la lluvia, los integrantes de la plantilla decidieron destapar el vehículo y provocaron así el éxtasis entre la afición.
Rafa Benítez, que lució una radiante sonrisa desde que apareció, se convirtió en el gran protagonista al alcanzar el autobús y respondió a la petición de los hinchas cuando se le solicitó que saltase.
Entre los futbolistas, el veterano Amedeo Carboni fue quien más exteriorizó su alegría, ya que además una vistosa peluca naranja se acercó hasta el límite de los aficionados para celebrar junto a ellos este hecho histórico.
El autobús del campeón partió hacia la capital escoltado por cientos de vehículos de aficionados y además durante los quince kilómetros de trayecto entre la localidad de Manises y Valencia se dieron cita numerosos aficionados que desde los puentes de la autovía saludaron a los jugadores.
La comitiva se desplazó directamente al centro de la ciudad para ofrecer este título a la Patrona de Valencia, la Virgen de los Desamparados, y posteriormente visitar el palacio de las Generalitat, donde está previsto un almuerzo con el presidente, Eduardo Zaplana.