ROMA.- El español Félix Mantilla, procedente de la fase previa, protagonizó hoy la gran sorpresa de la segunda jornada del torneo Masters Series de Roma al batir al estadounidense Pete Sampras por 6-4, 6-7(3) y 6-3.
Una segunda jornada, con encuentros todos de primer turno, que también tuvo otras sorpresas, como el triunfo del chileno Fernando González ante el británico Tim Henman, por 3-6, 7-6(5) y 6-0, y del francés Arnaud Clement ante el sueco Thomas Johansson, por un doble 6-4.
Pero también se ha distinguido por las lesiones, pues tres jugadores, de momento, han abandonado hoy sus respectivos partidos por problemas musculares: el alemán Rainer Schuettler (ante Ferrero), con problemas en una ingle; el argentino Franco Squillari (ante Kafelnikov), al encontrarse indispuesto; y el sueco Magnus Norman (ante su compatriota Thomas Enqvist), por un problema en la pantorrilla derecha.
De ellos, Norman fue el único que tenía el marcador a su favor ya que se había impuesto en el primer set (6-2) y conducía el segundo (2-1).
El que salió de la pista con la cabeza baja, y no por lesión, fue Sampras. El estadounidense, ahora con la preparación de un especialista en tierra como el español José Higueras, había declarado días antes que estaba en el buen camino y que había aprendido a tener la paciencia que antes le faltaba sobre este tipo de superficies.
Pero Sampras no contaba que esa paciencia de nada le iba a servir ante un Mantilla que no da nunca una bola por perdida y que justo en paciencia y tranquilidad desde el fondo de la pista es casi imbatible en tierra.
Y el español muy pronto se lo empezó a hacer ver a Sampras. Con un juego muy sólido desde el fondo, buenos restos y su conocida lucha, desquició a un Sampras al que no entró, salvo en la segunda manga, su primer saque con continuidad (45 por ciento de efectividad), pero que no encontró el resto, como evidencia que en todo el partido no rompió una sola vez el saque de Mantilla.
Además, el español supo sacar con el efecto y amplitud justa para poner en apuros a Sampras, al que sólo concedió dos oportunidades para poder romperle el saque. El español, en cambio, dispuso de ocho oportunidades, aprovechando dos de ellas que serían claves: tercer juego del primer set y octavo del tercero y definitivo.
Y eso que Sampras tuvo al público romano a su favor, aplaudiendo incluso errores de Mantilla. Pero el problema para el estadounidense fue que los yerros del español fueron pocos (15 no forzados) mientras que los suyos eran bastante más (41).
Esto hizo que Mantilla se llevara el triunfo, que es el segundo en las cinco ocasiones en que ambos se han enfrentado, y dejar el torneo romano sin uno de sus ídolos. Sampras ahora deberá reflexionar ante Roland Garros y, desde luego, seguir madurando sobre la paciencia que hay que tener sobre tierra batida.