MANCHESTER.- El Chelsea derrotó por 2-1, en Old Trafford, al Manchester United y disputará la final de la Copa de la Liga contra el Liverpool de Rafael Benítez, el próximo 27 de febrero, en el estadio del Milenio, de Cardiff.
El conjunto que dirige el portugués José Mourinho dio un golpe de efecto. No sólo por alcanzar la final de la Copa de la Liga, sino porque lo logró en Old Trafford, después de haber empatado sin goles en su campo en el partido de ida y ante uno de sus rivales en la lucha por el campeonato inglés.
La importancia que ambos técnicos otorgaron al choque, de una competición menor, que otorga una plaza en la Copa de la UEFA, se vio en las alineaciones, repletas de titulares en ambos conjuntos.
El Chelsea se impuso gracias a un afortunado golpe franco lanzado por Damien Duff, que se convirtió en gol cuando la intención del extremo irlandés era centrar (m,.85) y que sorprendió al meta estadounidense Tim Howard.
El equipo de Mourinho, sin embargo, mandó siempre en el marcador. Se adelantó en el minuto 29, con un disparo cruzado de Frank Lampard y, pese a que el Manchester llevó la iniciativa, apenas creó peligro en la meta del checo Petr Cech, en la primera mitad.
Su insistencia, tras el descanso, se vio recompensada con un gol del galés Ryan Giggs (m.67), pero el error de Howard en el lanzamiento de falta de Duff dio al Chelsea la ventaja decisiva, pese a la desesperada ofensiva final del conjunto de Alex Ferguson, que perdió su primera semifinal de una competición inglesa.
