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Armstrong pierde la tricota de líder en el Tour de Francia

En la novena etapa triunfó el danés Mickael Rasmussen (Rabobank), mas el alemán Jens Voigt (CSC) pasó a comandar la prueba ciclística, dejando a Lance Armstrong (Discovery Channel) en la tercera posición.

10 de Julio de 2005 | 11:01 | EFE


MULHOUSE.- El danés Michael Rasmussen, del Rabobank, firmó una hazaña al ganar escapado desde los primeros instantes la novena etapa del Tour disputada entre Gerardmer y Mulhouse, de 171 kilómetros, en la que el alemán Jens Voigt, del CSC, se vistió con el maillot amarillo tras ser tercero, con una ventaja de tres minutos respecto a Armstrong.

Rasmussen, de 31 años, campeón mundial de BTT en 1999, se inventó la escapada buena del día en el km 4 y aguantó hasta el final para darle a su equipo el segundo triunfo consecutivo después del que alcanzó la víspera Weening, y lo hizo en una alarde de fuerza y fondo que le hicieron merecedor de su primer éxito en el Tour de Francia, en el que cumple su segunda participación.

La gesta del líder de la montaña, de las que dan al ciclismo su sentido épico, la concretó Rasmussen en solitario, brazos en alto, emocionado, con un tiempo de 4h.08.20. A continuación entraron el francés Christophe Moreau (Credit) y el alemán Jens Voigt (CSC), a 3.04 minutos. El pelotón de los favoritos, sin prisas, pasó encabezado por O’Grady a 6.04.

De esta manera, Voigt, veterano rodador de 33 años, que partió de Gerardmer segundo en la general a 1 minuto de Armstrong, se vistió de amarillo y entrará como líder en los Alpes tras la jornada de descanso de mañana lunes, un corredor que esta temporada dejó su sello en 1 victoria en la Vuelta al País Vasco y en la contrarreloj prólogo de la París Niza, la primera prueba del calendario Pro Tour.

El francés Moreau se encaramó a la segunda plaza a 1.50 y el séxtuple vencedor del Tour descansará en el tercer lugar a 2.18, nada que deba preocuparle ante el paisaje inmediato de montaña. Carlos Sastre, noveno, es el primer español a 3.54. Los grandes nombres mantuvieron las diferencias entre sí.

La etapa no pudo empezar con peor pinta, pues a los 4 kms se produjo una caída que obligó a la retirada de Igor González de Galdeano y que afectó a su compañero del Liberty Alberto Contador y al alemán Jan Ullrich, entre otros. Las retiradas se ampliaron posteriormente a Gómez Machante, del Saunier Duval, al estadounidense David Zabriskie y al estonio Jan Kirsipiuu, quien en 6 participaciones nunca ha logrado terminar un Tour.

Rasmussen, del Rabobank, tercer mejor escalador del año pasado tras Virenque y Armstrong y actual maillot de puntos, saltó con su habitual garra en el km 5. Un grupo de corredores se enganchó a su rueda, entre ellos el colombiano Botero y el francés Moreau, pero fue el italiano Dario Cioni (Liquigas) quien se unió al ex campeón mundial de bicicleta todo terreno en el km 20.

El nórdico se dedicó a puntuar en los puertos en primera posición. Quiere suceder a Virenque en París. Por detrás perseguía un sexteto con los españoles Vicioso (Liberty), Landaluze (Euskaltel), Zandio (Balears) y el alemán del CSC Jens Voigt, segundo en la general a un minuto de Armstrong, hecho que no hizo reaccionar al equipo del líder.

En la cima del Grand Ballon (2a categoría) el retraso de los favoritos, luego de 21 kms de ascenso, alcanzaba los 8 minutos. Nadie se inmutaba y por supuesto, todos los equipos miraban al Discovery, muy permisivo con una escapada peligrosa que atentaba contra el maillot amarillo.

En el ascenso al Ballon de Alsacia (1a) Rasmussen decidió dejar la compañía de Cioni. Volaba por la primera montaña que se subió en el Tour, allá por 1905. Voigt, enorme rodador, y Moreau, la eterna promesa francesa, atendían las labores de persecución y pasaban por la cima a 4.21 del corredor del Rabobank.

El pelotón lo hacía con el Discovery tirando a bloque a 9.30. Los hombres de Armstrong, que habían permitido la fuga del segundo clasificado, nunca se agobió por la circunstancia, por lo que entregó la etapa por adelantado.

Los 56 kms desde la cima del Ballon de la Alsacia hasta la meta fue un tobogán para Rasmussen, el corredor que ganó la etapa de Cauterets en la Vuelta a España 2003 con otra exhibición. A 4 minutos bajaban como motos Moreau y Voigt, dos rodadores de postín. Rasmussen ya no podía fallar.

"La mejor defensa es un buen ataque", dijo el danés, y esta máxima la aplicó hasta el último metro, donde alcanzó la quinta victoria desde su debut en 2001 y la primera de la temporada. Empezó la etapa con 32 puntos de la clasificación de la montaña y terminó con 56. Quiere ser el rey de las alturas, y atacará para conseguirlo, claro. Es su táctica.

El pelotón descansará mañana en Grenoble para afrontar el martes la primera etapa de alta montaña con final en alto, en Courcheve, donde empezará el verdadero Tour.
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