LONDRES.- El Chelsea del magnate ruso Roman Abramovich, que en temporadas pasadas gastó 300 millones de euros en contrataciones, aplica ahora una política de austeridad en el mercado de pases con una sola inversión de 12 millones.
Sin los dólares del petróleo siberiano, el Liverpool, inesperado ganador de la Liga de Campeones, se ha convertido en el club más gastador en el fútbol del viejo continente con 22,7 millones de la moneda comunitaria en refuerzos.
"Abramovich ya tiene al Chelsea que quiere: extremadamente joven y campeón. Los refuerzos llegarán ahora con cuentagotas", escribió el periódico español As, al describir el mercado de transferencias.
Con un plantel de sólo 24,9 años de promedio, Abramovich invirtió 12 millones de euros por el español Asier del Horno y en los próximos días podría sumar al británico Shaun Wright Phillips (Manchester City) y al ganés Mickael Essien (Olympique Lyon), en sus últimas operaciones.
"Abroamovich cerró el grifo. Esta campaña todavía buscamos refuerzos, pero para las dos próximas no está prevista ninguna incorporación. Y si la hay, no será una inversión elevada", admitió el DT portugués José Mourinho, a la revista inglesa FHM.
Liverpool despunta, de momento, como el más gastador, mientras el mercado de pases italiano y el español parecen paralizados.
El campeón europeo fichó al arquero José Reina (Villarreal), a Antonio Barragán (Sevilla), a Boudewijn Zenden (Middlesbrough) y al chileno Mark González (Albacete); mientras que el portugués Luis Figo (Real Madrid) va en camino.
En Italia emergen muchas versiones, pero las operaciones concretas son pocas y las millonarias no se han dado aún en lo que va del mercado.
El francés Patrick Vieira podría ser transferido a Juventus, en tanto Alberto Gilardino es candidato de Juventus o también de Milan, aunque la alta cotización que impuso Parma (30 millones de euros) frena las negociaciones.
El brasileño Robinho se acerca a Real Madrid, en otra de las pocas operaciones que pueden mover la alicaída rueda de transferencias.
Esas escasas operaciones, aún no cerradas, podrían dar algo de acción al verano europeo, donde Juventus descartó transferir al goleador David Trezeguet, que inicialmente había buscado Chelsea.
Las últimas temporadas 18 clubes se vieron beneficiados directamente con los 312,95 millones de euros que Abramovich invirtió en transferencias.
Desde julio de 2003, cuando el millonario ruso se adueñó de la mayoría de las acciones de Chelsea por 85 millones de euros, no dejó de invertir en jugadores.
En su primera temporada, Abramovich, 21 en el ranking de magnates la revista Forbes, contrató a 13 futbolistas, tasados en 161,95 millones de euros.
Esa campaña, la 2003-2004, logró arrebatar al Manchester United a su director ejecutivo, Peter Kenyon, ofreciéndole un salario millonario de 2,5 millones de euros anuales libres de impuestos, detalló As.
En la siguiente estación, además de pagar 2,5 millones al Porto para obtener al técnico Mourinho, Chelsea inscribió a nueve futbolistas en su plantel, por 139 millones de euros.
Ahora, sólo a gastado 12 millones en Del Horno, aunque Abramovich le quitó a Tottenham su director deportivo, el danés Frank Arnesen, por quien pagó 12,5 millones, como si fuera un futbolista.
Esta última inversión acaso apunte a buscar eficiencia en la administración financiera del fútbol, un aspecto que el último campeón de la Premier League inglesa parece decidido a cuidar ahora.
