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La UC cae por estrecho margen en Brasil

Con un agónico descuento de oro anotado por Miguel Ponce, los cruzados cayeron por 2-1 ante Fluminense y apuestan a remontar en el partido de vuelta en San Carlos de Apoquindo.

18 de Octubre de 2005 | 22:12 | El Mercurio en Internet
RIO DE JANEIRO.- La Universidad Católica fue derrotada por 2-1 en su visita al Fluminense por los cuartos de final de la Copa Sudamericana, pero lejos de dejar un sabor amargo en los cruzados, el agónico descuento de Miguel Ponce dejó a la UC con ilusión para enfrentar el partido de vuelta.

El equipo de Jorge Pellicer no jugó un gran partido en Río de Janeiro, pero con un importante despliegue físico en el segundo tiempo logró llevarse un importante premio: el gol de visita, que le permite afrontar con buen pie la revancha en San Carlos de Apoquindo.

La UC comenzó firme en el estadio Sao Januario, jugando sin complejos ante un rival con sus propios problemas y grietas, pero con jugadores talentosos como Juan o Gabriel, que pusieron en dificultad a los chilenos con su velocidad.

Fluminense tuvo cuatro ocasiones de gol en toda la primera etapa y de ellas anotó dos, en una última media hora en la que apretó el acelerador y se aprovechó del peor momento de la UC en el partido, cuando la zaga se desordenó y los espacios se abrían.

Juan encontró un espacio a las afueras del área y, ante la tardía reacción de Mauricio Zenteno para ir a marcarlo, sacó un zurdazo que sorprendió a José María Buljubasich y entró por alto a la portería visitante, cuando se cumplían 23 minutos.

Los brasileños siguieron presionando y a los 36' llegó el 2-0, esta vez con un impecable tiro libre ejecutado por Dejan Petkovic, que puso el balón en un ángulo e hizo estéril el esfuerzo del portero de la UC.

Tras el descanso, el equipo de Jorge Pellicer fue totalmente distinto. No sólo tácticamente adelantó sus líneas, sino que se encomendó en un despliegue físico que asfixió la salida de los brasileños. La UC recuperaba con gran velocidad el balón, pero el problema era que se le hacía muy difícil mantenerlo en su poder. La marca personal sobre Darío Conca le dio grandes dividendos al equipo local.

Sólo algunas escapadas de Eduardo Rubio, a veces con un exceso de amagues que entorpecían su accionar, fueron de preocupación para el equipo brasileño, que más sufría con el excelente juego en el medio de Jorge Ormeño a la hora de recuperar el balón.

Las ocasiones de gol prácticamente dejaron de existir en el segundo lapso, y ni siquiera los ingresos de Iván Vásquez, Luis Ignacio Quinteros y José Pedro Fuenzalida le cambiaron la cara a a la UC... hasta el tercer minuto de descuento.

Ahí fue cuando Fuenzalida se escapó en la mitad del campo, cuando perfectamente el árbitro podría haber estado silbando el final del partido. El volante eludió rivales y llegó a pisar el área visitante, para ceder con espacio a Luis Ignacio Quinteros. El delantero remató de lleno al primer poste cuando el arquero Kleber ya parecía vencido, pero el balón dio en el vertical. El rebote quedó en los pies de Miguel Ponce, que con un toque suave y casi en cámara lenta, puso el balón en la red mientras el arquero brasileño intentaba reincorporarse.

Fue un gol de oro para la UC. Si el partido terminaba 2-0 y Fluminense llegaba a anotar un gol en Santiago, el equipo universitario de inmediato hubiese quedado con la obligación de anotar cuatro tantos. Con el descuento, ahora la UC tiene una baraja más amplia para enfrentar el encuentro en San Carlos de Apoquindo, donde se definirá el pasaje para las semifinales del torneo continental.
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