MADRID.- El 15 de diciembre de 1995 el Tribunal de Justicia Europeo dictó una sentencia en la declaraba ilegales las indemnizaciones por traspaso y los cupos de jugadores comunitarios, era la respuesta al llamado "caso Bosman", un modesto jugador belga que luchaba por liberarse de un contrato que le impedía emigrar a Francia.
Aquella decisión revolucionó el fútbol europeo. Jean-Marc Bosman, que únicamente pretendía acabar con las indemnizaciones por traspaso, rompió, con su obstinación, con las fronteras del fútbol europeo a costa de renunciar a su carrera profesional.
Una cascada de reacciones, en muchos casos contradictorias y oscilantes entre la alegría y la decepción, surgió tras la sentencia.
Jorge Valdano, que esa temporada entrenaba al Real Madrid, calificó a Bosman como "conquistador de libertades".
"Me parece excelente que el fútbol entre de lleno en la legalidad. No entiendo a los que parecen asustados por la medida. Más que ponernos en guardia por la llegada de libertad hay que sentirse felices. Bosman es un conquistador de libertades porque ha contribuido a incluir al fútbol en el estado de derecho", dijo entonces el técnico argentino.
La sentencia prohibió los traspasos para los jugadores sin contrato, eliminó el límite de extranjeros que los equipos podían alinear.
El Tribunal había rechazado las apelaciones presentadas por FIFA y UEFA, y las cartas de las 49 asociaciones nacionales que entonces integraban la UEFA, alegando que el fallo dejaría a los países de la Unión Europea en desventaja con respecto al resto del mundo.
Los jugadores, cuyas cuentas bancarias comenzaron a incrementarse a partir de entonces, fueron los grandes beneficiados.
Pero también hubo perjudicados, como algunos clubes que quebraron ya que no podían depender del dinero de los traspasos que les aseguraban el futuro cuando vendían a un jugador. Ascendieron los costes de las entradas y algunas entidades trataban de limitar sus pérdidas.
Esta es la cronología del "caso Bosman", que hoy cumple diez años:
Julio de 1982: Bosman, con 17 años, firma como profesional por el Standard de Lieja, de la primera división belga.
Mayo de 1988: Bosman firma un contrato por dos años con el RFC Lieja, que paga al Standard una indemnización de 65.000 dólares.
Junio de 1990: RFC Lieja ofrece a Bosman un año más de contrato que él rechaza. Es puesto en la lista de transferibles con una cláusula de indemnización de 11.743.000 francos belgas (unos 255.000 dólares).
Julio de 1990: Bosman llega a un acuerdo con el US Dunkerque francés. Lieja y Dunkerque acuerdan la cesión del jugador por una temporada más una opción de compra.
Agosto de 1990: El Dunkerque no admite la cláusula de indemnización que propone el Lieja, quien niega al club francés el pase internacional del jugador. El Lieja aparta del equipo a Bosman, quien emprende acciones legales.
Noviembre de 1990: Un tribunal belga permite a Bosman jugar en un club de la tercera división francesa, el San Quintín.
Mayo de 1991: El Tribunal de Apelación de Lieja confirma la sentencia de otro tribunal inferior en la que se da libertad a Bosman para fichar por otro club y remite su veredicto al Tribunal de Justicia Europeo para que lo juzgue de acuerdo al Tratado de Roma.
Junio de 1991: Bosman acaba su contrato con el San Quintín y logra acogerse al subsidio de desempleo francés.
Enero de 1992: Juega con el Saint Dennis, de la isla de Reunión.
Septiembre de 1992: Regresa a Bélgica, pero ningún club quiere ficharle ni tiene derecho a percibir el subsidio de desempleo.
Mayo de 1993: Comienza a jugar en la tercera división belga, con el Olímpico Charleroi.
Mayo de 1994: Se une al Vise, de la cuarta división belga.
Marzo de 1995: El Tribunal Supremo belga da la razón a Bosman frente a la UEFA, la Federación Belga y el Lieja.
Junio de 1995: El Tribunal Europeo de Justicia escucha las alegaciones de Bosman, quien reclama 700.000 francos por daños y perjuicios.
Septiembre de 1995: El abogado principal de Bosman sostiene que las restricciones a jugadores extranjeros van en contra de la libre circulación de trabajadores.
Noviembre de 1995: La UEFA envía una carta abierta, firmada por los 49 presidentes de las Federaciones Europeas, en la que advierte de las "peligrosas consecuencias" que acarrearía la libre circulación de futbolistas. La FIFA apoya a la UEFA y advierte que el "caso Bosman" pondría a Europa en una dirección opuesta al resto del mundo.
15 de diciembre de 1995: El Tribunal de Justicia Europeo de Luxemburgo da la razón a Bosman y declara ilegales las indemnizaciones por traspaso y los cupos de jugadores comunitarios. Sin posible apelación.
1 de febrero de 1996: Los comisarios de la Libre Competencia, Karel Van Miert, y de Trabajo, Pradaig Flynn, se niegan a conceder un plazo de "transición" a la UEFA y exigen que la sentencia se aplique "con todas sus consecuencias" a partir del 1 de marzo.
7 de febrero: La UEFA reúne en Ginebra a los representantes de 21 federaciones y de los 33 clubes más importantes de Europa para garantizarse el apoyo a su postura. Sin éxito. Unicamente logra la solidaridad de los cuartofinalistas de la Liga de Campeones.
12 de febrero: La UEFA realiza un nuevo intento. Reúne en el castillo de Windsor a representantes de 11 federaciones, pero tampoco logra unanimidad. Inglaterra, Escocia y Holanda no dan garantías.
19 de febrero: El comité ejecutivo de la UEFA, con la presencia de los miembros europeos del comité ejecutivo de la FIFA y de los representantes de los sindicatos de jugadores, anula la regla del 3+2 (tres extranjeros y dos asimilados) y acata oficialmente la sentencia del "caso Bosman".
