Calendario del Sudamericano Femenino Sub 20
SANTIAGO.- Isabel Berríos ha sido conocida como la primera mujer en titularse como entrenadora en el Instituto Nacional del Fútbol (INAF), mientras cumple el rol de ayudante del técnico Osvaldo Hurtado en la selección femenina sub-20, que competirá por uno de los dos cupos para el Mundial de Rusia en el Sudamericano que se inicia hoy en Valparaíso y Viña del Mar.
Muy cerca del debut, la entrenadora asistente se dio el tiempo para conversar con
Emol sobre la participación de Chile, planteando que la mayoría de los países se encuentra en condiciones similares, pese a que Brasil podría estar un paso más adelante debido a que ha participado en los mundiales anteriores, y porque las mujeres están viviendo el fútbol como algo más popular.
Por este motivo, Berríos afirma que las opciones de clasificar están parejas para todos los equipos, agregando que en Chile por primera vez se están haciendo las cosas bien para poder alcanzar el objetivo.
"Estamos organizando un campeonato bien auspiciado por las federaciones, donde se contrataron profesionales preparados, no como antiguamente que las delegaciones estaban a cargo de personas no idóneas en el tema, y con jugadoras bastante menos capacitadas", dice Berríos, agregando que en esta oportunidad están trabajando con un grupo de niñas que "tiene proyección".
Gracias a su experiencia de 18 años como jugadora y 8 dirigiendo a las niñas de la Universidad de Chile, Berríos piensa que gracias a su experiencia y conocimiento de las futbolistas (la mayoría actúa en el equipo que ella dirige), puede aportar mucho para el trabajo del DT.
"Puedo darle un mejor respaldo a Osvaldo (Hurtado), que sienta que estoy ahí y que puedo ser un aporte real para poder sacar esto adelante, que seamos unidos en el tema de compartir las experiencias y mandar a la cancha a las que estén mejor preparadas física y mentalmente para poder soportar la presión que se pueda generar", plantea la entrenadora asistente.
Berríos dirige actualmente a la sub-13 de la Universidad de Chile y reconoce algunas diferencias entre los géneros, señalando que con los niños hay esquemas preestablecidos que permiten llevar a cabo un trabajo más especializado, mientras que con las damas se hace un proceso distinto, porque todo lo que se realiza es más fácil en el sentido de que con ellas están recién empezando una etapa de aprendizaje nuevo que les favorece.
Si bien admite que su vocación está más centrada en la formación de los jóvenes, la entrenadora no se cierra a ninguna posibilidad en el futuro: "Con el tiempo iré ganando experiencia y quemando etapas de a poco, y si llegado el momento me siento preparada para dirigir a adultos, sin dudas que aceptaré el desafío y me voy a lanzar porque no tengo miedo", afirma.
Berríos plantea que se ha sentido discriminada por sus pares, pero que en cierto modo este hecho le ha favorecido, porque "tengo que perfeccionarme, prepararme y leer más que los hombres; debo doblegar los esfuerzos y así me puedo ir haciendo una mejor profesional".
Además, se ha dado cuenta de que muchos entrenadores la han ignorado, y cuenta como anécdota que "ha habido ocasiones en que hemos tenido partidos con los cadetes y los profesores rivales saludaban a todos, menos a mí, pero cuando les ganaba y se despedían, ahí me tomaban en cuenta".
Hoy Berríos tiene sus metas claras, y junto con reconocer y agradecer que varios entrenadores ya la llaman "colega", agrega que aunque a varios no les guste "yo soy una realidad; ya quedé en la historia como la primera mujer entrenadora y nadie lo puede negar, así que no sacan nada con tratar de sacarme del medio, porque los hechos me avalan; quiero que me tomen en cuenta como un aporte, algo positivo para los demás".