MILAN.- El entrenador holandés del Barcelona, Frank Rijkaard, hizo un llamado hoy a la prudencia a su equipo tras derrotar al Milan (0-1) en el partido de ida de las semifinales de la Liga de Campeones, instando a sus jugadores a "seguir trabajando" y a no dejarse llevar por la euforia.
Prudente como de costumbre, el holandés se resistió a calificar la victoria del Barcelona como un salto de calidad, aunque reconoció que el 0-1 es "un resultado importante para todos porque lo hemos logrado en un campo complicado y en un partido de mucha tensión".
"Ahora debemos seguir trabajando y no empezar a volar con la mente", añadió Rijkaard como freno a la euforia desatada alrededor de un equipo que está a las puertas de proclamarse campeón de liga y que tiene a un paso la final de la Liga de Campeones.
Rijkaard destacó el potencial del Milan y negó que el conjunto italiano haya estado a merced del Barca. "Ellos han tenido sus ocasiones y nos han puesto en peligro en varios momentos", argumentó.
Rijkaard, además, explicó una curiosidad sobre el gol de la victoria, al desvelar que el francés Ludovic Giuly, con problemas físicos, había pedido el cambio, "pero me dijo que prefería aguantar unos minutos más y durante ese tiempo marcó el gol".
En contra de lo apuntado por su homólogo del AC Milan, Carlo Ancelotti, Frank Rijkaard destacó que la victoria de su equipo fue plenamente merecida. "Imagino que si lo ves desde el punto de vista del otro entrenador puedes sacar tus puntos positivos, pero nosotros estamos contentos porque hemos luchado y hemos obtenido una victoria de mérito".
