Comentario de Hugo Marcone, ex editor de Deportes de El Mercurio:
DUBLÍN/SANTIAGO.- Hay un dicho popular para los hinchas chilenos que hoy se rompió. Rezaba la frase que "jugando como nunca, perdimos como siempre". Pues bien, esta tarde (noche en Dublín) Chile jugó un gran partido, y finalizó, como en pocas ocasiones, alzando los brazos tras los 90 minutos. Un buen comienzo de la gira que lo tiene recorriendo tierras europeas.
El cuadro nacional se impuso por 1-0 ante Irlanda, que si bien no es un gran equipo ni está clasificado al Mundial de Alemania, suponía una buena prueba para "la Roja" por ser éste el primer partido en un largo camino que tiene como objetivo central clasificar a la cita de Sudáfrica 2010.
En ese sentido, el triunfo merece reconocimiento. Porque más allá de vencer en tierras europeas (desde 1998 que Chile no conseguía algo similar) Chile mostró que, pese a no tener la suficiente preparación previa, puede pararse de igual a igual y exhibir un fútbol asociado y ofensivo.
La base de esto está en Luis Jiménez (ante las ausencias de otros nombres como Valdivia, Fernández o Pizarro). El volante de Fiorentina es líder y por eso saltó a la cancha con la jineta de capitán. Además movió los hilos del tramado ofensivo de Chile y buscó el gol hasta los últimos minutos, con remates desde todos los ángulos.
A su lado, Mark González exhibía su velocidad y potencia aunque se le vio un tanto falto de fútbol, como a varios, quizás por la escasa preparación que tuvieron como equipo. Reinaldo Navia y Humberto Suazo estuvieron inquietos y pudieron convertir, pero ninguno descolló personalmente ni como pareja en el ataque.
El gol (47'), justamente, lo convirtió un volante defensivo. Manuel Iturra cumplió en ese puesto recuperando balones y dando salida fluida a la selección. Lo mismo que Jorge Acuña, empeñoso y fuerte en la marca aunque errado en situaciones particulares, pero que en un proceso clasificatorio pueden costar (se ganó amarilla por reclamar un cobro).
Más atrás Chile se mostró como un cuadro sólido. En esto incidió, es cierto, el pobre nivel del local que llegaba más por empuje que por fútbol hasta el arco de Claudio Bravo. La línea defensiva de Jara, Vargas, Contreras y Olarra, no tuvo mayores complicaciones, salvo por un par de desbordes e imprecisiones que permitían a los irlandeses provocar peligro.
Duff pudo empatar al rematar sin contraposición (81'), pero Bravo estuvo excelente para desviar, dando seguridad a la última línea. Reid y un poco certero Robbie Keane también tuvieron ocasiones, pero sin tanto peligro.
Los seis cambios que hizo el técnico de Irlanda, Stephen Stauton, recordaron que esto era un amistoso. Quizás por eso el local se vio más "fresco" en el segundo tiempo, con mayor posesión del esférico, pero sin creatividad ni precisión en el último toque. Chile jugó más al contragolpe en los últimos minutos, pero el cansancio fue evidente en González y Jiménez.
Los ingresos de Alexis Sánchez y Patricio Galaz fueron tardíos para un análisis, pero el delantero de Udinese entró con ganas y buscó recuperando balones y metiendo enganches aunque sin claridad.
Tras los '90 (96 en estricto rigor con los descuentos) se vio a un Chile bien parado, con jugadores con capacidad de realizar un buen fútbol, llegar al arco contrario y concretar. Ahora vendrá un compromiso mayor, cuando el próximo martes se vean las caras ante Costa de Marfil, equipo que estará realizando los últimos afinamientos antes de su debut en el Mundial.
Pormenores
República de Irlanda (0): Given (52'Henderson); Kelly, Dunne, Breen, Kilbane; Miller (52'McGready), O'Shea (52'Kavanagh), Reid (82'O'Brien), Duff; Keane y Doyle (71'Byrne).
DT-S. Staunton
Chile (1): Bravo; Jara, Contreras, Vargas, Olarra; Iturra, Acuña; Jiménez, González (90'Zenteno); Suazo (80'Galaz) y Navia (75'Sánchez).
DT-N. Acosta
Goles: Iturra, 47', 0-1.
Amarillas: Reid y Kavanagh (IRL); Contreras, Iturra, Acuña y Jiménez (CHI).
Estadio: Lansdowne Road, Dublín.
Árbitro: Martin Ingvarsson (SUE).