MADRID.- Fabio Capello, nuevo entrenador del Real Madrid, ha emprendido un viaje novedoso en el club blanco y apenas disimula que los jugadores brasileños no entran en su ideario futbolístico, por más que ya se haya llevado dos abucheos de su hinchada.
Hace un año, el Real Madrid se jactaba de haber apostado por la fantasía después de los fichajes de Robinho, Julio Baptista y Cicinho, que entonces se unieron a compatriotas como Ronaldo o Roberto Carlos. De todos ellos, sólo el último parece tener el futuro asegurado en el club blanco.
Capello, con plenos poderes para fichar y despedir, ha revolucionado al Real Madrid, que en pocos meses pasó del verso ligero a la prosa más enrevesada. El miércoles esbozó durante el trofeo Santiago Bernabéu cuál era su equipo favorito, el que alineó el domingo ante el Villarreal. Dos partidos y dos broncas de la afición, que no está para bromas.
El Real Madrid cedió un empate sin goles ante el Villarreal. Capello dejó en el banquillo a Robinho, Baptista y Cicinho y hoy toda la prensa les sitúa con el cartel de "transferibles". El jueves por la noche se cierra el plazo de fichajes y nadie da un euro por la continuidad de los tres en el equipo blanco.
Baptista puede ser el primero en salir y las últimas informaciones anuncian que el Real Madrid le ha pedido que acepte una importante oferta del Tottenham inglés, que habría ofrecido 25 millones de euros (32 millones de dólares) por su fichaje. El club blanco está deseoso de desprenderse del media punta, que ocupa plaza de extranjero y que no le gusta a Capello.
Robinho también parece tener la Espada de Damocles soble su cabeza y unos rumores aparecidos la pasada semana aseguraron que el Real Madrid lo ofreció al Arsenal a cambio de José Antonio Reyes. Por el momento, el club blanco no se pronuncia sobre su futuro, aunque Capello ya ha dejado bien claro que prefiere al capitán Raúl en la banda zurda antes que al "gambeteador" brasileño.
El asunto de Cicinho es uno de los más curiosos, puesto que el Real Madrid lo habría tasado en ocho millones de euros (10 millones de dólares), una cifra muy asequible, y más para un internacional brasileño con sólo 26 años recién cumplidos. A Capello no le gusta como lateral y en todo caso lo utilizaría de interior, aunque con una competencia como la de David Beckham cabe pensar que jugaría muy poco.
El último caso atañe a Ronaldo, cuyo futuro es una incógnita. Comunicó al Real Madrid que quiere irse, pero el club blanco no desea venderlo a cualquier precio. Si al final se queda, cosa poco probable, será interesante ver cómo evoluciona su relación con un entrenador tan poco "sensible" como Capello.
Con todo, el Real Madrid seguirá mantiendo una conexión brasileña gracias a Emerson, un nuevo fichaje y un favorito de Capello. Sin embargo, no parece que sea el brasileño que más enamore a una hinchada que asume que el Real Madrid cambió su estilo. Por si acaso, Capello sigue pidiendo un central como prioridad, incluso aunque se marche Ronaldo.