JOHANNESBURGO.- El presupuesto para la construcción o remodelación de los diez estadios sudafricanos que se utilizarán para el Mundial del 2010 se ha triplicado y ya supera los 800 millones de euros (US$ 1.018 millones), según un comunicado del comité organizador.
La nota oficial, publicada hoy, indica que el coste total llegará a los 8.350 millones de rands (852 millones de euros), muy por encima de los 2.300 millones de rands (296 millones de dólares) calculados cuando Sudáfrica presentó su candidatura, en 2004.
Para el torneo, que por primera vez tendrá lugar en un país africano, Sudáfrica construirá cinco nuevos estados y remodelará otros cinco. Tres de los diez estadios están en la provincia de Gauteng, que incluye Johannesburgo y Pretoria.
La nueva suma es incluso muy superior a la anunciada por el ministro de Hacienda, Trevor Manuel, cuando presentó el presupuesto para este año. En esa ocasión, Manuel dijo ante el Parlamento que el coste se elevaría a 5.000 millones de rands (644 millones de dólares).
El comunicado no dice cuándo comenzarán los trabajos para comenzar las nuevas instalaciones o remodelar las existentes.
El director ejecutivo del Comité Organizador Local, Danny Jordaan, señaló el pasado fin de semana que la FIFA quiere que las obras comiencen en enero del próximo año.
Las autoridades deportivas sudafricanas calculan que la construcción de los cinco nuevos estadios llevará entre 20 y 34 meses, mientras que la remodelación de los existentes se prolongará por 20 meses.
Recientemente, la FIFA ha decidido reforzar el comité sudafricano con el secretario general de la Federación Alemana de Fútbol, Horst Schmidt, una de las figuras claves en la organización del Mundial de Alemania.
El nombramiento se conoció después de que el presidente del Comité Organizador del Mundial de Alemania 2006, Franz Beckenbauer, expresara su preocupación sobre el futuro del torneo en Sudáfrica que, según dijo, atraviesa "serios problemas".
Según dijo Beckenbauer el pasado 20 de septiembre, la FIFA tiene planes para, en caso de ser necesario, trasladar el campeonato a otro lugar, y entre ellos figura Australia.
Las autoridades deportivas sudafricanas han rechazado estas dudas y sostienen que se están cumpliendo los plazos fijados.
Pero dos días antes de las declaraciones de Beckenbauer, el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, mostró cierto nerviosismo sobre la organización en Sudáfrica y dijo que echaba en falta ver "los picos y las palas trabajando".