El velocista Sebastián Keitel espera poder cumplir su último sueño: decirle adiós a las pistas en Beijing.
José Alvújar, El MercurioSANTIAGO.- Lo había anunciado hace algún tiempo: Sebastián Keitel, el velocista que llegó a ser considerado el blanco más rápido del mundo, desea finalizar su carrera en la cita olímpica de Beijing.
Es por esto que desde hace cinco meses que realiza un duro entrenamiento. Durante algunos años se radicó en Valdivia, donde montó locales comerciales dando vida a un gimnasio con su nombre y a Pizza Piola, pero la carencia de buenas pistas para su entrenamiento le hizo dejar todo eso atrás.
"Desde el 3 de marzo ya estoy definitivamente en Santiago", afirma a Emol el atleta, consciente que a sus 34 años será un desafío de envergadura mayor cumplir su anhelado retiro "olímpico" en los 200 metros.
"Sé que no soy el mismo de antes, pero me siento bien, trato de estar de la mejor forma posible", afirma el velocista, quien espera tener el tiempo y tranquilidad necesaria para lograr su meta. "Vendí mis negocios y retorno a la capital (…) quiero buscar un trabajo, que sea compatible con mis tiempos de entrenamiento y retomar todo de nuevo", confiesa. "Sí me gustaría un trabajo en el deporte, alguna escuela de atletismo o alguna labor en alguna empresa, que me permita también seguir ligado a las pistas", agrega el deportista.
Un sueño solitario
La idea de Keitel es comenzar a participar de inmediato en las competencias que le permitan ir trabajando el tiempo clasificatorio a la justa olímpica, con una preparación que desde años viene realizando solo.
"Aprendí en la práctica el manejo del atletismo, desde hace unos años que me entreno por mi propia cuenta", afirma y agrega que a la hora de revisar su carrera, siente sana envidia de las ventajas que poseen deportistas jóvenes como Kael Becerra (ver recuadro), que viaja con un completo staff técnico.
"Cuando yo empecé en esto, todo lo financié de mi bolsillo; mi carrera me la pagué con mis ahorros", dice, aunque trata de quitar dramatismo al asunto y confiesa que una vez concretado su retiro, quiere permanecer cerca de la actividad que lo vio erguirse entre los deportistas más destacados del país.
"Me encantaría, pero a nivel técnico, nada dirigencial, todo lo que es tema político no me interesa para nada; ser entrenador, mánager, consejero, hacer clínicas me encantaría", dice.
Son los sueños de un deportista que busca el camino para su última carrera, aquella que cierre largos años de trabajo y profesionalismo. Es el anhelo del mejor velocista del último tiempo en Chile, que quiere decir adiós en el país más poblado del mundo.
En algún momento, la prensa denominó a Kael Becerra como el reemplazante natural de Sebastián Keitel. Las últimas marcas que ha obtenido el joven de 21 años en Europa, han confirmado el potencial del velocista.
"Hemos viajado unas dos veces juntos; está haciendo las cosas bastante bien, compite lo justo y necesario, entrena de la mejor forma, aún le queda bastante más por dar", afirma Keitel.
Consultado respecto a los éxitos que Becerra ha tenido en los 60 metros planos indoor, el velocista afirma que extrapolar esos resultados directamente a los 100 metros planos, no siempre es correcto.
Keitel asegura que hay casos de destacados competidores que a la hora de pasar a distancias mayores no responden de la mejor forma; y casos de atletas que sin ser buenos en esas distancias, logran buenos resultados en carreras en el hectómetro.
"Puede ser para mejor o para peor (…) Aunque Kael es muy probable que lo haga bien en cien metros, él incluso podría correr en 200", afirma optimista.