BUZANÇAIS, Francia.- La Unión Ciclista Internacional (UCI) está decidida a ir hasta el final en la Operación Puerto de presunto dopaje sanguíneo, a pesar de que la hoy justicia española archivó el caso, fallo que todavía puede ser apelado.
Al ser interrogado el domingo sobre esta eventualidad, el irlandés Pat McQuaid, presidente de la UCI, confirmó que tal es la voluntad de la máxima instancia del ciclismo mundial.
Esta jornada, el magistrado español Antonio Serrano consideró que los hechos denunciados, una supuesta red de dopaje sanguínea, "no son constitutivos de infracción criminal" y por lo tanto acordó el "sobreseimiento libre y archivo de las actuaciones" contra los inculpados.
El juez justificó la decisión argumentando que a diferencia de otros países (Francia e Italia, por ejemplo) en "la legislación penal española en la fecha en la que ocurrieron los hechos, no existía una norma que penalice las conductas relacionadas con el dopaje en sí mismo".
La UCI, por su parte, obtuvo la semana pasada el acceso al expediente, por lo que prevé presentar todas las demandas que considere necesarias, con la finalidad de utilizar el máximo de información posible.
En otras palabras, se trata, en caso de que la apelación no prosperase, de utilizar elementos del expediente que puedan utilizarse en eventuales procesos disciplinarios contra los licenciados (ciclistas) que hayan infrigido el reglamentos antidopaje.
Esto no podría concretarse hasta que el caso sea archivado de manera definitiva, una vez finalizados los plazos legales para apelar.
"Para esos corredores, nada está teminado", había advertido McQuaid, el viernes pasado al presentar el programa antidopaje de la UCI.
No obstante, el presidente de la UCI también señaló el domingo que existe la posibilidad de que la justicia española limite la utilización de algunos documentos de este caso. Esta hipótesis restringiría las posibilidades de la UCI a la hora de decidir sanciones.