BUENOS AIRES.- El árbitro Fabián Beligoy fue amenazado por un dirigente de San Lorenzo, durante el entretiempo del partido que el conjunto azulgrana, actual líder del Torneo Clausura 2007 del fútbol argentino, que le ganó 2-1 a Banfield, en el estadio Nuevo Gasómetro.
Es el segundo caso de este tipo en un contexto de hechos de violencia, tras las amenazas del presidente de Gimnasia y Esgrima La Plata, Juan José Muñoz, contra el árbitro Daniel Giménez en el entretiempo de un partido con Boca Juniors, en el torneo Apertura 2006.
Beligoy, que había expulsado a un jugador de San Lorenzo (Diego Rivero) y amonestado a varios integrantes del equipo local durante el primer tiempo, se dirigía al vestuario cuando fue increpado por el tesorero del club, Pascual Paladino.
"Nos estás robando la plata en nuestra cara. Nos llenaste de (tarjetas) amarillas para condicionarnos durante el partido. Dirigí bien, porque si no, de acá no salís vivo", le habría dicho el dirigente según informes de la prensa local.
"Voy a hacer lo imposible para que no nos dirijas nunca más", le habría advertido.
El árbitro ingresó en el vestuario y pidió "garantías de seguridad" para continuar dirigiendo, las que le fueron otorgadas por el presidente de San Lorenzo, Rafael Savino.
"Estoy muy dolido por lo que sucedió. Cuando me enteré, me quise morir. Bajé del palco en el entretiempo para hablar con él y con sus asistentes, pero no me dejaron entrar al vestuario. Recién me recibieron después del partido y ahí les pedí disculpas en nombre del club", dijo Savino al diario Clarín.
Después del encuentro, Beligoy realizó una denuncia por "amenazas de muerte e intento de agresión" en la comisaría 34, y el lunes por la noche presentaría un informe en el Tribunal de Disciplina contra San Lorenzo, por lo que la cancha del Ciclón podría ser suspendida nuevamente.
El equipo de Ramón Díaz ya tuvo que jugar un partido fuera de su casa porque el Nuevo Gasómetro fue sancionado con una fecha de suspensión por los incidentes que protagonizaron sus fanáticos en la derrota por 4-2 ante Quilmes, en la última fecha del Torneo Apertura, en diciembre pasado.
Al igual que en el caso de Beligoy, Muñoz había ingresado en el vestuario del árbitro para recriminarle la cantidad de amonestados que tenía su equipo, pero Giménez alegó "falta de garantías" y suspendió ese partido, que se reanudó un par de meses después.
Aquel encuentro incluyó otro escándalo, porque Boca, que perdía 1-0, hizo cuatro goles en el segundo tiempo y ganó 4-1, en medio de las sospechas por el bajo rendimiento de los jugadores del Lobo.
Estos habrían sido amenazados por hinchas violentos del propio club para perder y no facilitar las chances de Estudiantes, rival directo de Boca en la lucha por el título y archienemigo de Gimnasia.