SANTIAGO.- Conforme avanzan las horas, nuevos detalles salen a la luz respecto de los bochornosos incidentes protagonizados por personal de seguridad y la policía canadiense, quienes al término del partido entre Argentina y Chile por las semifinales de la Copa del Mundo Sub 20.
En horas de esta mañana se supo que además de dirigentes de la delegación, jugadores y cuerpo técnico de la selección chilena, el propio presidente de la ANFP, Harold Mayne-Nicholls recibió golpes, que en este caso fueron propinados por personal de seguridad de la organización de la Copa del Mundo.
Pese a que Mayne-Nicholls ha querido bajarle el perfil a los hechos, señalando que "hubo una reacción desproporcionada, pero ya está, ahora hay que dejar que las autoridades hagan el resto", el paramédico de la Roja, Luis Álvarez, confirmó los hechos.
"Cuando empezó el lío, varios dirigentes se bajaron para tratar de calmar la situación y comenzaron a ser agredidos, hasta Harold Mayne-Nicholls recibió golpes", contó a El Mercurio Luis Álvarez.
El cónsul chileno en Toronto, Ricardo Plaza Ducó, destacó la intermediación de Mayne-Nicholls, "consiguió apaciguar los ánimos de los jugadores y de la propia policía, es un hecho insólito, lamentablemente cuando llevaba a los jugadores al bus la policía inexplicablemente agredió a los últimos futbolistas de esa fila y se desató nuevamente el caos".
¿Qué dirá ahora la Fifa?
A pesar de que la derrota ante Argentina y el deplorable arbitraje del alemán Wolfang Stark, los seleccionados chilenos están en otra. Todos reviven una y otra vez la nochde de horror que tuvieron que pasar en Toronto, después de quedar fuera de la lucha por la gran final del campeonato.
Un aspecto nuevo lo aportó Isaías Peralta, uno de los más perjudicados por la brutalidad empleada por la policía canadiense. "Cuando me estaban pegando, me di cuenta de que había funcionarios de la FIFA mirando a menos de 10 metros. No hacían absolutamente nada. Grité somos jugadores, mostré la credencial, pero no sirvió de nada".
Las declaraciones de Peralta contrastan con las de Mayne-Nicholls, quien rápidamente eximió de toda responsabilidad al órgano rector del fútbol mundial. "La FIFA no tiene ninguna responsabilidad en esto, los jugadores una muy mínima. Habrá que saber por qué la policía reaccionó de esta manera", resumió el timonel del balompié nacional.