LIMA.- El presidente de la Federación Peruana de Fútbol (FPF), Manuel Burga, chantajeó a los clubes para evitar que el gobierno interviniera al organismo, lo que hubiese supuesto una sanción de la FIFA, pero la crisis salpica a la selección nacional, señalaron hoy especialistas y la prensa deportiva.
El gubernamental Instituto Peruano del Deporte (IDP) fracasó ayer en su intento de intervenir a la FPF, luego de que los clubes profesionales rehusaran integrar una Comisión Transitoria que debía encargarse del asunto.
Según el presidente del IPD, Arturo Woodman, los intentos por intervenir a la FPF fracasaron ante la imposibilidad de nombrar a los tres dirigentes que, por ley, debían integrar la Comisión Transitoria.
La prensa peruana señaló que Burga se "salió con la suya" y "chantajeó a los clubes" al amenazarles con excluirlos de la competición nacional, si aceptaban formar parte de la Comisión que impulsaba el IPD.
El rotativo Perú 21 destacó hoy en portada que "Burga ganó el partido" y consideró que Woodman "perdió la guerra" ya que los equipos "le dieron la espalda".
"Woodman falló en su intento de intervenir la FPF, maniatado por el poco apoyo de los clubes profesionales, que se tiraron para atrás ante las amenazas de suspensión que les lanzó Manuel Burga, quien seguirá en el cargo", enfatizó el periódico.
Por su parte, La República destacó la decepción de Woodman ante la imposibilidad de que se nombraran a los tres dirigentes de equipos profesionales y señaló que el titular del IPD "se quedó sin palabras".
El Comercio indicó en portada que "Fracasó Woodman" y "FPF: Sin comisión transitoria", al tiempo que el periódico Líbero, especializado en deportes, consideró que Burga "sin vergüenza, amenazó y ganó" al lograr frustrar el intento de intervenir la FPF "muy a su estilo".
Para El Bocón, los equipos "tuvieron miedo" y aseguró que "todos responsabilizan a Woodman del fracaso y exigen su renuncia del IPD".
El Correo subrayó en portada que "se salvó Burga" e indicó que "Woodman tiró la toalla".
El periódico consideró que el fracaso por intervenir la FPF supone una derrota "por goleada" para el gobierno del presidente peruano, Alan García, que considera irregular la reelección de Burga, el pasado 5 de octubre.
Las autoridades gubernamentales rechazan la reelección del titular de la FPF, con el argumento de que el dirigente está inhabilitado para ejercer cualquier cargo durante cinco años, por no haber adecuado los estatutos de su Federación a la Ley General del Deporte.
Woodman había dado por hecho que el Gobierno iba a intervenir a la FPF, a pesar de las advertencias de la FIFA de excluir al fútbol peruano de competiciones oficiales si se concretaba la medida, rechazada de antemano por el argentino Ricardo Gareca, entrenador del club limeño Universitario de Deportes.
A pesar de que Burga logró mantenerse en su cargo, varios especialistas consideran que la crisis del fútbol peruano sigue latente y que ello se manifiesta en la pobre actuación de la selección nacional en las eliminatorias sudamericanas del Mundial de Sudáfrica 2010.
El equipo peruano se ubica penúltimo en las eliminatorias con dos puntos en cuatro partidos, uno más que la colista Bolivia y ocho menos que el líder Paraguay.
La selección de Perú recibirá en junio de 2008 a la de Colombia, en compromiso de la quinta jornada.En ese contexto, el tesorero de la Comisión de Selecciones de la FPF, Julio Velásquez, denunció el martes pasado que varios internacionales como Claudio Pizarro, Santiago Acasiete, Juan Jayo y Nolberto Solano encabezaron una "rebelión" antes del partido que Perú perdió 1-5 ante Ecuador, el 21 de noviembre en Quito.
La denuncia de Velázquez reforzó recientes versiones según las cuales jugadores y directivos se enfrentaron por el pago de los premios ofrecidos por el empate (1-1) obtenido frente a Brasil en Lima, y la decisión de descontar 1.500 dólares por la goleada de 1-5 sufrida en Quito.
