BARCELONA.- Es cierto, por que él mismo lo ha admitido, que le falta esa décima de segundo para volver a ser el que era, pero a Samuel Eto'o no se la olvidado su oficio y siete meses después volvió a levantar los brazos para celebrar un gol suyo.
Su último tanto lo había firmado el 20 de mayo en el Manzanares, uno de los seis goles que su equipo marcó en la goleada ante el Atlético de Madrid (0-6). Ese fue el punto final de su peor temporada en su carrera profesional, en la que estuvo cinco meses sin jugar a causa de su primera lesión importante: la rotura del menisco de la rodilla.
Eto'o vive del gol, su ansia es marcar, su objetivo es ese y nunca lo esconde. Lo ha demostrado desde que fichó por el Barcelona en el verano de 2004, pero estaba viviendo su particular 'annus horribilis', desde que se lesionó en Bremen (27 de septiembre de 2006).
A esa lesión le siguió otra más, el 29 de agosto de este año, el día en el que el equipo se presentaba en casa en el Trofeo Gamper ante el Inter. Samuel sufrió una rotura parcial del tendón del recto anterior de la pierna derecha y no volvió a jugar hasta principios de diciembre.
Frank Rijkaard lo ha ido reintroduciendo poco a poco en el equipo. Jugó unos minutos frente al Deportivo en Liga y también una hora frente al Stuttgart. Contra los gallegos tuvo muchos problemas para superar a la pareja de centrales, le falta esa velocidad de reacción con la que sorprendía antaño a los defensas, pero no se le ve agobiado, porque es consciente de sus limitaciones.
Frente a los alemanes, todavía dispuso de más ocasiones para marcar, pero volvió a fallar dos oportunidades claras frente a Schäfer en el primer tiempo. Sin embargo, en una jugada típica de él, con cambio de ritmo, recorte en carrera y disparo a contrapié, marcó su primer tanto de la temporada.
De inmediato se fue a la banda y le dedicó el tanto a Juanjo Brau, el recuperador con el que ha compartido horas de gimnasio y de trabajo en La Masia, fortaleciendo su dañada musculatura.
Eto'o es un devorador de goles. En su primera temporada en el Camp Nou, marcó 28 goles, en la siguiente se fue hasta los 32 -su mejor cifra de siempre- y en la pasada, a pesar de jugar poco, marcó 13 tantos.
A diferencia del año pasado o incluso de la temporada en la que perdió la 'Bota de oro' en el último suspiro, después de la exhibición de Diego Forlán en el Camp Nou, a Eto'o se le ve ahora con más paciencia.
"Estoy muy contento, más que por el gol por la forma en que hemos jugado. Espero que todo continúe así, porque sólo recuperaré la forma trabajando muy duro", insistió tras el partido ante los alemanes.
Eto'o sabe que le quedan pocos días para afinar su puesta a punto, un par de días para el partido ante el Valencia en Mestalla y el partido que más espera: el del Real Madrid en el Camp Nou, frente al equipo que le tiene más ganas.