RIO DE JANEIRO.- El atacante brasileño del Inter de Milán, Adriano, se mostró complacido hoy por el cariño que le demuestran los aficionados brasileños y confesó von una sonrisa: "Sólo quiero ser feliz".
Mientras almorzaba en un restaurante de Río de Janeiro, el "Emperador", quien se encuentra en Brasil para recuperarse física y emocionalmente de una crisis de depresión que lo aqueja desde el año pasado, dijo que "ser feliz" es lo único que le pedirá a Papá Noel como regalo de Navidad.
Acompañado de una bellísima rubia y rodeado de hinchas que le pedían fotos y autógrafos, el atacante no pudo evitar comparar el trato que recibe en Brasil al que le dan en Europa: "Esto no existe allá", constató visiblemente emocionado. "Es esto lo que no hay allá", recalcó.
Adriano, quien fue autorizado por el Milan a viajar a Brasil para seguir el tratamiento de recuperación en el centro de entrenamientos del club Sao Paulo, declinó comentar los rumores que sugieren que pretende permanecer jugando en Brasil en la próxima temporada, pero anunció que en ese sentido habrá novedades la semana próxima.
Después de brillar en 2004 y 2005 en el equipo italiano y en la selección brasileña, el delantero cayó en un estado depresivo tras la muerte de su padre, ocurrida en 2006, que lo indujo a cometer algunos "excesos" con bebidas alcohólicas y trasnochadas, lo que perjudicó su relación con los dirigentes del Inter, especialmente con el técnico Roberto Mancini.
La crisis también lo alejó de la seleción brasileña, a la que sueña con volver, y para la cual fue convocado una única vez por el técnico Carlos Dunga.