LIMA.- Dirigentes de la Federación Peruana de Fútbol (FPF) extremarán medidas de seguridad en torno a su selección nacional, para evitar que se repitan los actos de indisciplina, según anunció hoy el presidente de la comisión que se encarga de todo lo relacionado con el equipo, Juvenal Silva.
"Si bien la Videna (Villa Deportiva Nacional) parecerá un cuartel de ejército, no queda otra (opción), si no se quiere que se repitan los escándalos", afirmó Silva.
El dirigente no precisó en qué consistirán las nuevas medidas, pero de sus palabras se deduce que la primera de ellas será que las concentraciones se hagan en la Videna, un complejo de propiedad estatal, y no en hoteles de gran lujo como exigían los jugadores y se hacía hasta ahora.
El fútbol peruano, históricamente rodeado de indisciplina, tuvo un nuevo escándalo en noviembre, cuando algunos jugadores hicieron "fiestas privadas" con mujeres y alcohol dentro de la concentración, inmediatamente después del partido contra Brasil y tres días antes del duelo con Ecuador por la clasificatoria mundialista.
Esa vez en el hotel no estaban ni los dirigentes ni el técnico José Guillermo "Chemo" del Solar y los encargados de la seguridad se habían ido a sus casas molestos por el retraso en sus salarios.
Silva descartó hoy además que los jugadores Claudio Pizarro, Jefferson Farfán, Santiago Acasiete y Andrés Mendoza, a quienes se apartó de la selección por tiempo indefinido como supuestos promotores de la indisciplina, puedan ser perdonados, como insinuó esta semana otro miembro de la comisión, José Mallqui.
"No habrá perdón para estos cuatro jugadores. Serán sancionados por la Comisión de Justicia de la FPF porque siempre les dijimos que la disciplina era el primer mandamiento que tenían que cumplir. Si Mallqui los quiere disculpar es su opinión personal, pero como presidente aseguró que no habrá perdón para nadie", enfatizó Silva.
La selección de Perú, del mal arranque en la clasificatoria hacia el Mundial de Sudáfrica 2010, pasa por su peor momento debido a que la afición le quitó el respaldo, no tanto por los malos resultados deportivos sino por la irresponsabilidad de los jugadores fuera de la cancha.