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Santiago: Viernes 27 de septiembre del 2024 | Actualizado 19:47
Simao celebra el gol del empate cuando el partido expiraba.
APMADRID.- El Atlético de Madrid apeló al orgullo para lograr este miércoles un meritorio empate a un tanto ante el Liverpool, al que le faltó ambición para llevarse un triunfo de su visita al estadio Vicente Calderón de la capital española.
Robbie Keane adelantó al Liverpool en los primeros minutos y Simao puso el empate a siete minutos del final. Ambos equipos lideran el Grupo D, con siete puntos, cuatro más que el PSV Eindhoven, que derrotó por 2-0 a Olympique de Marsella con anotaciones de Koevermans (71' y 85').
El estadio Vicente Calderón albergó una noche donde se reveló la crisis en el Atlético, rumores de despido de su entrenador y una hinchada "en armas" contra la UEFA.
La afición local abucheó el himno de la Liga de Campeones antes de comenzar el partido y los más exaltados se pusieron de espaldas al campo durante esos instantes. Fue su forma de protestar contra la sanción de dos partidos de cierre del campo impuesta por la UEFA.
Luego comenzó el partido, menos fogoso de lo esperado en la primera mitad, en especial por la abrumadora superioridad del Liverpool, que dominó a placer hasta el descanso. Parecía que el equipo inglés jugaba en su propia casa.
El técnico mexicano Javier Aguirre, silbado por su afición, planteó una alineación inédita dejando en el banco al argentino Sergio Agüero y otorgando sus primeros minutos de la temporada a los juveniles como Ignacio Camacho o Alvaro Domínguez.
Al entretiempo el Atlético Madrid había generado un solo disparo peligroso entre los palos defendidos por el español Pepe Reina.
El Liverpool no necesitó demasiado para adelantarse en el marcador, con un gol de Robbie Keane a los 14 minutos. El Atlético de Madrid defendió muy mal el avance de Gerrard, quien puso un gran pase adelantado para que Keane superara a Leo Franco con facilidad.
Aguirre se dio cuenta de que necesitaba algo diferente y puso a Agüero en el comienzo de la segunda parte. A los 56 minutos, Forlán cedió a Maniche, el portugués entró en el área y marcó. El árbitro lo anuló por fuera de juego, en lo que fue un nuevo error del juez.
Un minuto después, el Atlético Madrid tuvo otra gran ocasión. Simao curzó un disparo, Reina rozó el balón con la punta de los dedos y la bola se estrelló en un palo.
El Liverpool comprendió entonces que el partido había cambiado. También lo hizo la hinchada local, que volvió a animar a sus jugadores.
El conjunto inglés, poco ambicioso, apostó por el contraataque. Además, Rafa Benítez, el técnico visitante, había quitado del campo a Gerrard y Keane. El encuentro se había nivelado, a pesar de que no se registraban jugadas importantes.
El Atlético se llevó el premio a su orgullo a los 83 minutos. Carragher erró clamorosamente en la búsqueda de un balón aéreo, Forlán robó y envió para que Simao marcara gracias a un buen disparo cruzado. Justa recompensa para los locales, justo castigo para los visitantes.
