Emilio Hernández fue uno de los que más intentó en la U, pero todo le terminó fuera del arco.
Reuters
SANTIAGO.- Hay veces que cuando los equipos pierden culpan al árbitro, a la cancha, al clima o a lo defensivo del rival, entre otros.
Este jueves la Universidad de Chile no tiene excusas. Cayó 2-1 como local ante un Cruzeiro ampliamente superior y que dio un paso importante para ganar la llave y clasificar a los cuartos de final de la Copa Libertadores de América.
Y lo estrecho del marcador no es una buena radiografía de lo que pasó en el duelo, porque recién a cuatro minutos del final los azules consiguieron el descuento gracias a Manuel Villalobos. Antes habían anotado para los brasileños Soares a los 8' y Marquinhos a los 51'.
La U careció de profundidad, Montillo muy apagado y los delanteros náufragos en ofensiva. Lo más claro del cuadro de Markarián lo tuvo recién a los 13 minutos Juan Manuel Olivera y cuando el partido ya estaba en favor de los visitantes.
A ratos Cruzeiro parecía el local; se daba un paseo en mediocampo y con una variedad de toques de primera pasaba por arriba de los laicos que corrían y corrían tras el balón, mientras los cerca de 50 mil hinchas se hacían sentir con sus reparos.
Cuando parecía reraccionar el equipo chileno, comenzado el segundo tiempo, vino la lápida de los brasileños, con el segundo gol.
Markarián intentó la reacción, con el ingreso de Nelson Cuevas, que le dio más velocidad al ataque, pero poco para lo que necesitaba un nublado cuadro estudiantil, que incluso perdió a Olarra, expulsado, a tres minutos del final.
El tanto de la U llegó cuando parecía que el duelo se iba 0-2. Y fue una personal de Villalobos que aguantó en el área y le dio al primer palo. Nada muy elaborado
Se fue entre pifias la Universidad de Chile, que ve complicada su clasificación. En Brasil será difícil, más ante una escuadra que se vio muy superior y que en casa es demasiado fuerte. La llave no está cerrada, pero sí inclinada.