ESTAMBUL.- El piloto español Fernando Alonso (Renault R29) competirá este fin de semana con un remodelado monoplaza en el circuito de Estambul, donde los Brawn desean extender su dominio en el presente mundial, en el que han ganado cinco de las seis carreras, con tres dobletes.
La séptima carrera del mundial de Fórmula Uno se presenta con la general liderada por los dos Brawn, de Jenson Button y Rubens Barrichello, y tras un GP en Mónaco donde por primera vez esta temporada Ferrari subió al podio, gracias al tercer puesto de Kimi Raikkonen en Montecarlo.
En otra campaña tanto el finlandés como su compañero, el brasileño Felipe Massa, serían los grandes favoritos para el triunfo en Estambul, dado que el joven circuito asiático (el trazado se encuentra en el lado de Asia de la ciudad turca) sólo conoce victorias de los dos pilotos de Ferrari, con tres de Massa y uno de Raikkonen, aunque éste hace cuatro años cuando corría con McLaren.
De hecho, en el caso de que Massa lograse la victoria en Estambul igualaría una marca sólo alcanzada por cinco pilotos en toda la historia: sumar cuatro victorias seguidas en el mismo trazado, aunque uno de ellos, su compatriota Ayrton Senna, aún agrandó más su historial al sumar cinco victorias seguidas en un GP, cuando ganó en Mónaco desde 1989 al 1993.
Con un séptimo puesto en Montecarlo hace dos fines de semanas, tras haber arrancado noveno y haberse beneficiado de los abandonos de Vettel y Kovalainen, Alonso obtuvo por cuarta vez puntos en este mundial, aunque insuficientes para hacer frente al grupo de cabeza, puesto que se encuentra a cuarenta puntos de Button y con casi nulas esperanzas por luchar por la obtención de su tercer mundial.
La guerra de Alonso a partir de ahora, si los Brawn y Red Bull mantienen su hegemonía, y no parece que en Turquía se vaya a torcer este rumbo, será aspirar a subir a corto plazo en el podio.
Para iniciar este camino el piloto asturiano dispondrá este fin de semana de un vehículo mejorado en la aerodinámica, especialmente en el alerón delantero, así como en las suspensiones.
El programa de desarrollo del R29 debería reportar a Alonso la opción de luchar en breve por un podio como así espera el asturiano, que cree que este año obtendrá algún triunfo.
El coche líder del mundial, el BGP001 que pilota Jenson Button, incorporará un nuevo alerón delantero y experimentará mejoras aerodinámicas, además de instalar nuevos elementos en la suspensión trasera.
En el equipo Ferrari, tras el podio de Raikkonen y el cuarto puesto de Massa, se respira otro aire después de un inicio desastroso que hizo activar todas las alarmas en el ámbito deportivo, mientras que en el social continúa en pie el pulso que mantiene la 'Scuderia' con la FIA, y al cual se han unido casi todos los equipos, por el rechazo de las escuderías ante las restricciones económicas que pretende imponer el máximo organismo para la temporada que viene.
Durante esta última semana finalmente todos los equipos accedieron a inscribirse en el próximo mundial, aunque pusieron condiciones, además de suspender a Williams como miembro de la FOTA, el organismo en el que se integran todas las escuderías, por formalizar su inscripción para el siguiente mundial desatendiendo la idea colectiva de presionar a la FIA y a su presidente, Max Mosley.
Menos esperanzador se visiona el futuro inmediato en el equipo McLaren, donde ya no sólo la obtención de un podio se presente como una empresa imposible, sino que la obtención de un punto ya resulta todo un acontecimiento.
En Mónaco, por tercera vez los dos monoplaza de McLaren-Mercedes se quedaron fuera de los puntos, en esta ocasión por el doble abandono de Lewis Hamilton y Heikki Kovalainen.
La situación de las balas plateadas ha motivado que surja el rumor en el equipo anglo-alemán acerca de la viabilidad de abandonar definitivamente el programa de mejoras de este año para invertir sus fuerzas para el coche de la próxima temporada.
En Red Bull, la quinta posición de Mark Webber en Mónaco salvó la discreta actuación del equipo tras el abandono de Sebastian Vettel, aunque los dos pilotos se mantienen en lo alto de la general tras los dos Brawn, aunque ya con una distancia considerable del líder Button: Vettel, a 28 puntos; y Webber, a 31'5 puntos del británico.
Para Turquía, los dos BMW, sin prácticamente opciones para luchar por el título, estrenarán un difusor multinivel por primera vez con el que tanto Nick Heidfeld como Robert Kubica esperan contar con un coche más competitivo en una decepcionante campaña.
El equipo Toyota, que en Mónaco sumó la segunda carrera sin obtener ni un solo punto de sus dos pilotos, ha vivido una semana más con la agonía de lo incierto de su futuro en el mundial, después de las sospechas que existen acerca de su continuidad.
La escudería japonesa buscará una carrera más obtener la preciada primera posición que en su dilatada historia en la F-1 aún no ha obtenido, a pesar de que el veterano Jarno Trulli la ha acariciado este año en dos ocasiones, con dos terceros puestos.
El Gran Premio de Turquía es la séptima carrera del mundial de F-1, que se correrá por quinto año consecutivo en el moderno circuito de Estambul, donde Masa ha ganado las tres últimas carreras y Raikkonen la primera de todas.
El año pasado, el circuito turco fue la primera carrera que se disputó con diez escuderías tras muchos años, tras la retirada del desaparecido equipo japonés de Super Aguri, que condicionó también las tandas de eliminatorias para la formación de la parrilla.
El circuito de Estambul se corre en el sentido opuesto a las agujas del reloj, tiene numerosos cambios de nivel y en él se origina un importante desgaste de los neumáticos en las curvas rápidas, especialmente con los blandos y con las altas temperaturas en la zona.
La longitud del circuito es de 5'338 kilómetros y cuanta con una recta de 655'5 metros donde los bólidos alcanzan los 320 km/h.