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Las excentricidades y los millones que mueven los torneos de póker

Muchos de los "SuperStars" que compiten son empresarios que buscan entretención, los que en una noche pueden llegar a ganar más de 1 millón de dólares.

07 de Septiembre de 2009 | 09:20 | Javier Ugarte Marisio, enviado especial a Bariloche
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En Chile también el póker ha tenido una fuerte expansión.

AFP

BARILOCHE.-  Para muchos entendidos del póker el costarricense Humberto Brenes es una de las grandes figuras del circuito mundial de la especialidad. Los más de US$2 millones que ha sumado en ganancias en los diferentes torneos que ha participado, sobre todo en Las Vegas, lo perfilan como un verdadero "SuperStars" de los naipes.


Y así lo demostró en la pasada Copa América de Póker, donde nuevamente Brenes fue el foco de atención del certamen que se desarrolló en Bariloche, Argentina.


Lo que más llama la atención, de este empresario de 58 años, es su particular forma de jugar una partida de póker. El costarricense es absolutamente extrovertido, se para a cada rato de su silla, entrega fuertes gritos de apoyo a sus compañeros, bromea con las cámaras de televisión y no duda en molestar a sus rivales, aunque siempre bajo un tono de respeto.


Es que el "mundo del póker", a nivel de torneos, está colmado de este tipo de competidores. Pero a diferencia de Brenes, que ocupa una visera coloro rojo con distintivos de su país y deja dos pequeños tiburones frente a sus cartas, como amuleto de buena suerte, hay otros que se caracterizan por su forma de vestir.


Varios de los "pokeros" que llegaron a Bariloche juegan los campeonatos con lo que ellos llaman "mi uniforme de partido". Este consiste en un jeans muy ancho, zapatillas blancas, polerones con gorro, jockey y unos infaltables lentes oscuros. "Son muy útiles para mirar lo que hace tu rival sin que te sorprendan", señala el mexicano Ángel Guillen.


Mientras que el canadiense "Big Tom" no se saca nunca su cinturón con hebilla del escudo de Batman. "Es para la buena suerte y además me siento protegido", asegura.


Lo que tampoco puede faltar en muchos de estos jugadores es una buena goma de mascar y una botella de agua, fiel compañera para las maratónicas competencias que pueden alcanzar las 20 horas de naipes.

De cigarro, nada. En los campeonatos oficiales no se puede fumar, algo que complica a muchos seguidores, como es el caso del chileno Carlos Martínez, quien constantemente se para de la mesa de juego y sale fuera del salón de competencia a prender un cigarrillo.


Dedicados ciento por ciento al póker


Las edades de los "pokeros" que participan en torneos fluctúan entre los 21 a 65 años. Entre lo más jóvenes predominan estudiantes de ingeniería, arquitectura y derecho. Los con mayor experiencia son empresarios muy adinerados del rubro inmobiliario, industrial y bancario, que asisten "por diversión".


Pero también existen los integrantes del equipo "PokerStars Pro", jugadores profesionales que viajan con todos los gastos pagados, incluso reciben un sueldo por utilizar la marca de alguna empresa ligada al póker.

A Bariloche llegaron cuatro pro: Humberto Brenes, Denis Phillips (Estados Unidos), Leonardo Fernández (Argentina) y Alexandre Gomes (Brasil).


Este último fue el capitán del equipo brasileño que se coronó campeón en Bariloche. Se profesionalizó el 2006, tras dejar de lado su profesión de abogado y dedicarse ciento por ciento al póker. Y la suerte está de su lado. Hace poco más de un mes Gomes ganó la no despreciable suma de US$1.187.670, en un campeonato realizado en Las Vegas.


Mientras que el estadounidense, quien es administrado de una empresa de camiones, en sus cuatro años como profesional ya suma más de US$4 millones en premios. En tanto, el jugador argentino ya ha ganado más de US$500 mil en dos años como profesional. "Por ahora estoy centrado en este deporte y espero seguir algunos años más", afirma el trasandino. 

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