La misma pelada pero otro momento. Suazo jugando por Audax en abril de 2004.
El MercurioSANTIAGO.- En 1998, cuando Chile tomaba protagonismo en el Mundial de Francia con ese equipo de Salas, Zamorano y Nelson Acosta en la banca, Humberto Andrés Suazo Pontivo tenía 17 años y usaba la misma pelada de hoy.
Era parte de las cadetes de Universidad Católica y tenía un status de jugador de proyección, tanto que vivía en la casona de San Carlos de Apoquindo junto a, entre otros, Hugo Droguett, Juan José Ribera, Iván y Cristián Álvarez y Michael Gana.
Todos hablaban de un muchacho con un futuro enorme, que había sido sacado del puerto de San Antonio y debía despuntar como uno de los grandes delanteros del medio.
Pero aunque esas profecías se cumplen hoy, Suazo, el "Chupete Suazo", vivió las penas y el desencanto, todo empantanándose y yéndose a negro como en una caída libre, tras ese 98, tan maravilloso para el fútbol chileno.
Humberto, ese que se inició jugando en el barrio, fue enviado a préstamo a Ñublense de Chillán el año 2000 tras episodios de indisciplina en la UC. Debutó en el fútbol profesional en Segunda División y todo comenzó a caer.
Se lesionó feo, fracturándose su peroné, y encima en la UC ya no querían nada con él. Magallanes, San Antonio Unido, la Tercera División.
"Chupete" comenzó a destacar como un ariete de fuste en lo amateur. Despuntaba y brillaba en los interiores de su natal Quinta Región, pero lejos de las luces de Primera.
Fue el fichaje estrella de San Luis de Quillota, que buscaba ascender al fútbol de Segunda. Suazo fue goleador y emblema del título canario, volvía a sonreir y encantarse con el fútbol, pero todavía en un segundo plano.
Hasta que en 2004, Audax Italiano jugó un amistoso con San Luis. Y ahí comenzó el repunte. Fichó por los itálicos y debutó a los 22 años, por fin, en Primera. El crecimiento fue permanente y, al final, sus números en el fútbol chileno dicen que en total jugó 116 partidos en Primera entre 2004 y 2007, defendiendo a Audax en cuatro torneos y a Colo Colo en tres campeonatos.
Ganó más partidos de los que perdió, fue casi siempre titular (105 veces) y suma, hasta hoy, casi 10 mil minutos en su bitácora jugando en pastos nacionales.
Su historia -antes del Monterrey, la selección y las portadas- dejó una estela de 82 goles de juego en los torneos nacionales de Primera, y 10 de penal, con un promedio de goleador: 0,79 goles por partido jugado.
El Suazo goleador del mundo, multicampeón con Colo Colo, fichado por Monterrey y pretendido por varios clubes de Europa es conocido. El Suazo goleador de América en las Clasificatorias rumbo a Sudáfrica 2010, tal como alguna vez lo consiguió camino a Francia Iván Zamorano, es el "Chupete goleador", respetado e inigualable en el área.
Pero también es la maduración de ese pelado al que le tenían puestas mil fichas en la UC y titubeó con largar todo. Ese que alguna vez pensó dejar el fútbol y que, hace cinco años, solo brillaba como un crack en el fútbol amateur de Chile.