Los "fantasmas" que tienen a Fernando González a un paso de no disputar Roland Garros

SANTIAGO.- Después de haber estado nueve meses fuera de las canchas debido a una operación a la cadera, el tenista chileno volvió a fines de abril al circuito profesional.

El primer torneo en que participó fue el challenger de Belgrado, donde quedó eliminado en segunda ronda pero pese a ello se mostró con bastante movilidad y una derecha potente.

Sin embargo y cuando todos pensaban en el repunte del jugador de La Reina vino lo peor. En la semifinal del challenger de Praga el nacional debió abandonar por un fuerte dolor en el tibial anterior (músculo de la pantorrilla).

Según el propio jugador "no era nada grave", mientras que desde su cuerpo técnico señalaban que el retiro del torneo checo "fue por precaución".

Pero esta semana aparecieron nuevamente los "fantasmas". En el challenger de Burdeos la frustración fue evidente. Fernando González perdió el octavo juego del primer set ante Jonathan Eysseric e inmediatamente las emprendió contra su raqueta: la puso contra el piso, le hizo palanca y la partió en dos.

El medallista olímpico alcanzó a jugar seis juegos a un ritmo físico aceptable. Hasta ahí algo corrió. Pero durante todo el partido su tenis estuvo errático, lo que finalmente lo llevo a optar por el retiro del match. Las molestias físicas estaban de vuelta.

Hoy González está en París tratándose una tendinitis crónica en la rodilla derecha que le impide competir con normalidad. Esto ha provocado que el tenista se encuentre pasando por un profundo bajón anímico, ya que siempre pensó que tras la operación a la cadera los dolores terminarían...lo que hasta ahora no ha ocurrido.

Aunque aún no es oficial, todo indica que en las próximas horas González informaría su decisión de restarse de Roland Garros, torneo en el que se había centrado en un ciento por ciento para cumplir una buena faena, pero su condición física y sicológica no se lo permiten.

Por ahora se desconoce el futuro inmediato del chileno, que incluso podría restarse de varios challenger que tenía en su calendario para mejorar aún más su tenis.