SANTIAGO.- Alexis Sánchez tuvo su debut oficial con la camiseta del Barcelona en el empate a dos goles entre los catalanes y Real Madrid en partido válido por la final de ida de la Supercopa española.
El delantero nacional realizó una destacada actuación durante los 90 minutos de partido y fue un continuo dolor de cabeza para Marcelo por la banda derecha.
El tocopillano tocó el balón por primera vez al minuto de juego y se la cedió de taco a Messi, pero poco a poco perdería protagonismo en el campo de juego.
Pero no sólo él, sino que todo un irreconocible Barcelona que no tenía la pelota, que era presionado en las salidas por los merengues y que no encontraba solución al esquema impuesto por José Mourinho.
Y fue así como los locales so pondrían en ventaja con anotación del alemán Mesut Özil quien recibe la pelota tras una extraordinaria jugada personal del francés Karim Benzema. El germano vence con sutil remate la resistencia de Víctor Valdés y ponía justicia a lo que se estaba viendo en Madrid.
Ni Sánchez ni los otros dos delanteros, Messi y Villa, recibían balones con ventaja y le hacían fácil la labor a los centrales merengues. Pero despertaría el cuadro culé y de qué forma.
A diez minutos del final del primer tiempo, David Villa se despachó un golazo para poner la paridad en el marcador. El ex Valencia disparó desde el borde del área y su tiro se le coló en un ángulo imposible para Casillas.
Y en la última jugada antes de irse al descanso, Lionel Messi pelea un balón, se saca a un par de rivales y con su tradicional clase derrota la resistencia del capitán de la selección española.
Sánchez fue ratificado en el complemento por Guardiola y saltó al pasto del Bernabéu con la confianza de la ventaja que le daba el resultado.
Pero poco a poco despertarían los locales y es así como a los 53 minutos, Xabi Alonso pone la igualdad definitiva desde fuera del área con ajustado remate.
Dos minutos más tarde, el tocopillano sería amonestado por el juez Teixeira por una supuesta mano que no existió.
El Real se iría con todo en búsqueda de la desigualdad con arremetidas de Cristiano Ronaldo y con el exquisito juego de Mesut Özil, quien fue el encargado de poner el fútbol para los de Mourinho.
Sánchez seguiría siendo alternativa en ataque para los catalanes y se juntó con Iniesta para crear peligro en la retaguardia de los locales.
Pero el marcador no se movería más y la final de ida finalizaría con el empate a dos goles entre azulgranas y merengues, que deberán enfrentarse nuevamente el próximo miércoles en la final de vuelta de la Supercopa española.