Reuters
BOGOTÁ.- El técnico Hernán Darío Gómez rompió un silencio de cuatro meses y, en medio del llanto, presentó excusas públicas por haber agredido a una mujer, acción que le costó el banco de la selección de Colombia, el cual se encuentra ahora otra vez vacante.
El incidente a la salida de un bar de Bogotá en la madrugada del 7 de agosto originó un escándalo. Se exigió la cabeza del estratega e incluso el presidente de Colombia Juan Manuel Santos reprochó su actitud.
Gómez atribuyó su conducta a una mezcla de medicamentos y licor, y sostuvo que no recuerda lo sucedido.
"Fue una mala noche, una noche en la que no tuve fortuna, no soy una persona que salga a tomar trago, por mi imagen, por ser técnico de la selección no debía estar en ese lugar", declaró Gómez a Caracol Televisión, el jueves por la noche.
"No acostumbro pegarle a las mujeres y lo sucedido lo hice inconsciente", dijo en la entrevista en su apartamento en Medellín.
"Era un momento en el que venia de varias concentraciones largas, entre ellas la de la Copa América, me dejé llevar del ambiente. No sé qué pasó, tomé vino y aguardiente", reconoció, y anotó que estaba consumiendo algunos medicamentos para controlar la tensión arterial.
Gómez aseguró que no recuerda que hubiese golpeado a la mujer que lo acompañaba y se abstuvo de revelar su identidad.
"Estoy en mi peor época, mi mamá se enfermó por el escándalo", añadió el técnico, quien dijo que sólo ha llorado tres veces en su vida, cuando falleció su padre, cuando fue asesinado el futbolista Andrés Escobar y después del escándalo que derivó en su destitución al frente de Colombia.
"Todo esto ha sido muy duro, suficiente, el castigo ha sido muy duro y he pedido a Dios, 'llévame ya'. No sé manejar esta situación", confesó.
Gómez fue relevado por Leonel Alvarez quien era su asistente y acaba de ser despedido por la Federación Colombiana de fútbol luego del empate ante Venezuela y la derrota contra Argentina en la eliminatoria.
"Leonel tuvo la mala fortuna de perder, en tres meses se nos derrumbó todo", lamentó.