SANTIAGO.- Todo comenzó por curiosidad en el 2007. En ese entonces, Jacqueline Vargas Erices ejercía como profesora de Educación Física y una amiga la invitó a participar de un curso de arbitraje femenino. Aquel día su vida dio un giro radical.
Hoy, la oriunda de Concepción ya lleva seis años en el mundo del fútbol y después de mucho trabajo comienza a ver frutos: A fines del 2012 recibió la distinción de juez FIFA, una de sus mayores aspiraciones.
Pero el camino que ha recorrido Jacqueline no ha sido fácil. El día que tomó la decisión de entrar de lleno al arbitraje femenino debió comenzar a superar las barreras de una sociedad que aún mira con recelo a las mujeres que participan en este ámbito.
"Desde que comencé esto me gustó, pero en un principio nos veían bastante mal por el tema del machismo. Se reían y nos decían que cómo una mujer estaba arbitrando. Las cosas fueron complicadas y la verdad no se pasó muy bien", recuerda junto a Emol.
Y agrega sobre sus primeros pasos: "Para los hombres fue difícil aceptar a una mujer en la cancha. No entendían que nosotros fuésemos quienes mandaban".
La situación en un principio no sólo fue complicada dentro del campo de juego. La profesora de Educación Física debió lidiar con las trabas de su familia, quienes también miraban negativamente la práctica.
"En un principio no estuvieron de acuerdo y eso por supuesto que a uno le afecta. No les parecía la idea debido a que por ese entonces era algo extraño en una mujer. Tampoco les gustaba que yo viajara todos los fines de semana y no estuviera con ellos", confiesa.
Sin embargo, y a seis años de aquellos recuerdos, hoy la situación es distinta. Jacqueline ya cuenta con el apoyo de sus padres y en la cancha se ganó el respeto de hombres y mujeres. Todo a punta de trabajo, esfuerzo y profesionalismo.
"Con trabajo nos ganamos el respeto y no me arrepiento de hacer esto. Los hombres saben que si no nos obedecen nos ponemos sensibles y les colocamos tarjeta (ríe), mientras que a mi familia me la gané y entendieron que hago lo que me gusta".
Próxima a cumplir un sueño
Tras recibir la distinción de árbitro FIFA, la posibilidad de que Vargas sea parte de competiciones internacionales está muy próxima y ella sabe que corre con ventaja para participar en la próxima Copa Libertadores femenina que tendrá sede en nuestro país.
"Uno de mis sueños es estar en la Libertadores, y si bien tengo las posibilidades al ser árbitro FIFA, finalmente depende todo de la Comisión que está encargada de designar a las elegidas", explica.
Pero estar en el torneo continental es sólo el primero peldaño de sus anhelos, ya que la oriunda de Concepción no se achica y sabe que su trabajo la puede llevar a concretar el mayor sueño de una profesional del arbitraje.
"Por supuesto que pienso en grande: Quiero estar en un Mundial, eso es lo que a cualquiera de nosotros le gustaría".
Sin duda, el camino de Jacqueline Vargas recién comienza a tener frutos. Por ahora, la profesora de Educación Física seguirá haciendo clases y dirigiendo los fines de semana, mientras espera aquella llamada donde le digan que será parte de la Copa Libertadores que se realizará en noviembre.