BARCELONA.— Tras tres semanas de pausa, el Mundial de la Fórmula Uno se traslada el viernes a Barcelona para disputar el primer Gran Premio de la temporada en territorio europeo.
Como hace un año, quien lidera el campeonato a estas alturas no es otro que el tres veces campeón consecutivo Sebastián Vettel, de la potente escudería Red Bull. La persecución del piloto alemán sigue siendo el principal objetivo del español Fernando Alonso (Ferrari), el inglés Lewis Hamilton (Mercedes) y el finlandés Kimi Raikkonen (Lotus).
Con dos triunfos y un podio en las cuatro primeras carreras, Vettel manda en la tabla de posiciones con 77 puntos, precediendo en 10 a Raikkonen, 27 a Hamilton y 30 a Alonso.
Pese al dominio de la clasificación, las distancias entre Red Bull y el resto de equipos se ha reducido respecto a campañas anteriores, notablemente con Ferrari, que achacó a la mala fortuna los decepcionantes resultados de Alonso en dos de los grandes premios disputados hasta la fecha. A pesar de acabar segundo tras Raikkonen en la carrera inaugural y ganar la tercera en China, el asturiano debió abandonar en Malasia al desprenderse el alerón delantero tras un roce con Vettel y quedó fuera del podio en Bahrein por problemas con el DRS.
Sin embargo, las prestaciones del Ferrari son mucho mejores que hace un año, y se espera que el bólido rojo acorte distancias está temporada respecto a Red Bull; así como Lotus, que ha mostrado un gran regularidad con Raikkonen, vencedor en Melbourne y segundo en las últimas dos carreras.
Por calendario y las características polifacéticas del circuito, el Gran Premio de España ejerce tradicionalmente de fiable toma de medida de las escuderías, que suelen efectuar sobre él sus pruebas de pretemporada. Pirelli, proveedor de los neumáticos, insertará un compuesto novedoso en los duros que, sobre el papel, podría beneficiar a Red Bull. La escudería austriaca lidera del Mundial de constructores, pero ha sufrido más de la cuenta el desgaste de las gomas en comparación a Lotus y Ferrari. Un inconveniente que su reputado jefe técnico, Adrian Newey, espera resolver pronto.
Parecido problema acosa a Mercedes, pese a que Hamilton ha sido capaz de sumar dos terceros puestos gracias a su tradicional agresividad sobre el asfalto.
Lejos de los primeros transita su ex equipo McLaren, quien está firmando una decepcionante campaña. Ocupa el sexto lugar en la clasificación de constructores y sus pilotos, Jenson Button y el mexicano Sergio Pérez andan a la greña, clasificados décimo y undécimo, respectivamente.
Las actuaciones de Pérez en los dos últimos grandes premios le han valido críticas del resto de pilotos, molestos por lo que consideran exceso de agresividad. Ninguno más dolido que Button, especialmente molesto con su compañero tras un duelo al límite en Bahrein, que incluso le valió una reprimenda del equipo al mexicano.
La escudería plateada sumaba un triunfo y cuatro podios a estas alturas del pasado ejercicio, mientras que en esta edición no ha logrado mejorar el sexto puesto de Button en China.
Barcelona vivirá también el reencuentro con el venezolano Pastor Maldonado, quien rompió los pronósticos subiendo a lo alto del podio en 2012, su única victoria en Fórmula Uno.
Pero una reválida de Maldonado parece casi tan improbable como que se repita el incendió que se propagó entonces en la caravana de su equipo, Williams. Ni el venezolano ni la escudería han conseguido destacar desde entonces, incapaces de puntuar siquiera en el presente campeonato.
Alonso, tras dura pugna con Maldonado, acabó entonces segundo, cuatro puestos por encima de Vettel. Un resultado que buscará incluso mejorar ante su público.