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LONDRES.- Rafael Nadal lo logró. El tenista español se aseguró terminar el año como número 1 del mundo tras imponerse en dos sets al suizo Stanislas Wawrinka en el segundo duelo por el grupo A del Masters de Londres.
El manacorí necesitaba sólo un triunfo más, tras el obtenido ayer ante David Ferrer, para finalizar el 2013 en lo más alto de la clasificación mundial de la ATP. Y lo consiguió por un doble 7-6 ante el helvético que había vencido en su primer cotejo al checo Tomas Berdych.
Así, Nadal amagó cualquier ilusión del serbio Novak Djokovic de arrebatarle el sitial del mejor del planeta. Ganador de 10 torneos esta temporada, Nadal recupera así la primacía que ya ostentó en 2008 y 2010 y sucede al serbio Novak Djokovic, número uno de las temporadas 2011 y 2012.
El español se aseguró además un lugar en las semifinales del Masters, uno de los pocos grandes torneos que le faltan en su palmarés. Nadal , de 27 años, regresó al circuito a principios de febrero tras 223 días sin jugar debido a una doble lesión de rodilla, y su rendimiento fue mucho más allá de lo esperado, con una serie de éxitos en la que destacan los títulos de Roland Garros y el US Open.
Número ocho del mundo, Wawrinka representaba, a primera vista, una oportunidad inmejorable para Nadal , que antes de medirse hoy al suizo llevaba una estadística favorable de 11 victorias en igual cantidad de encuentros, 24 sets ganados y ninguno perdido.
Así, no sorprendió que el español se adelantara 3-1 en el set inicial y dispusiera incluso de una pelota de quiebre de servicio para 4-1. No la aprovechó, pero se adelantó 5-3 con el saque del suizo, y luego 5-4 y 30-15 con el propio.
Wawrinka reaccionó, Nadal mostró ciertos nervios y el set desembocó en un tie break ante la euforia del público congregado en el O2 Arena de Londres.
Allí el suizo logró adelantarse 5-4 con dos saques de Nadal , y cuando acariciaba el set point tras un gran revés paralelo surgió un golpe de esos que quizás sólo el español es capaz de generar, un agónico globo, alto y profundo, que cayó sobre la línea de base y descolocó al rival, que falló.
Nadal tomó el control del partido, se adelantó 3-1 en el segundo set y, más allá de algunas turbulencias -una nueva cesión de su servicio para quedar 4-4 y una pelota de set en contra en el tie break-, ya no se desvió de su objetivo: es el número uno, sólo necesitaba que la estadística final de 2013 lo confirmara.