Chile ahora piensa en Holanda.
EFERIO DE JANEIRO.- Pitazo final del árbitro Mark Geiger de Estados Unidos y la alegría era total en el mítico estadio Maracaná de Río de Janeiro. Chile lograba la hazaña, vencía categóricamente a España por 2-0 y de paso dejaba fuera del Mundial a los actuales monarcas de la cita planetaria.
Y a los segundos de haber concluido el lance, hubo dos hechos que marcaron la profunda felicidad y emoción que existía en el cuerpo técnico y el plantel nacional.
Por un lado, el DT la "Roja", Jorge Sampaoli, junto a su ayudante de campo, Sebastián Beccacece, y el preparador físico del elenco nacional, Jorge Desio, se abrazaron por casi dos minutos evidenciando que lo que habían hecho sus dirigidos "fue una cosa inmensa".
Mientras aquello ocurría, en el campo de juego el plantel se abrazaba pero sin mayor algarabía, incluso algunos se despidieron de los miles de hinchas levantando los brazos y sin acercarse hasta las rejas de contención.
Luego todos se trasladaron al camarín y ahí continuó la misma mesura que minutos antes había existido en el gramado del coliseo deportivo.
Pese a que la valiosa victoria sobre los hispanos significó el paso a los octavos de final del Mundial, en el vestuario reinó la tranquilidad.
Según contó a Emol un integrante del equipo "no hubo cánticos, ni champagne. Nos abrazamos algunos y de inmediato comenzamos a hablar del próximo partido", el lunes frente a Holanda en Sao Paulo.
Y agregó. "Hubo una emoción controlada, aunque sabiendo que lo que se hizo ante los españoles fue algo muy grande".
El mismo jugador recordó que "el 'profe' estaba muy feliz, pero también muy tranquilo. Nos felicitó a todos, pero no más allá de eso, y así debe ser. Pues aún queda campeonato y muchas cosas pueden pasar".
Otro miembro del equipo contó que Sampaoli, "estaba tremendamente feliz, su cara lo decía todo. Pero en ningún caso nos volvimos loco y realizamos un carnaval en el camarín. Todos estaban muy contentos y orgullosos, pero no ameritaba una tremenda celebración, pues todavía no hemos ganado nada, aunque sí cumplimos nuestro primer objetivo que era avanzar de ronda".
Luego de 40 minutos en el pasivo vestuario, el plantel y cuerpo técnico se retiró en total calma pero con la convicción que toda la energía para celebrar estará concentrada para el día que se consiga la meta que todos se han propuesto en el equipo: intentar levantar la copa del mundo.
Señoras y señores la "Roja" de Sampaoli aún tiene páginas para seguir escribiendo su propia historia en Brasil 2014.