SANTIAGO.- El 25 de abril de 2013 Arturo Salah
asumió como nuevo presidente de Blanco y Negro. Dos años después de aquel momento,
el timonel deja Colo Colo tras una serie de aciertos y conflictos.
Una de sus primeras decisiones fue
la llegada de Gustavo Benítez a la banca del Cacique. Fue una apuesta ya que el entrenador paraguayo no dirigía hace dos años.
Y esa jugada le salió mal, porque
el DT guaraní dejó su cargo tras cuatro meses y una pésima campaña dejando el club sumido en una profunda crisis futbolística.
También
hubo muchas equivocaciones en materia de refuerzos, donde nombres como los de Damián Malrechauffe o Javier Toledo pasaron sin pena ni gloria. El gasto excesivo en fichajes que no rindieron también fue una mala gestión.
Tras esto se dio la llegada de Héctor Tapia de manera interina. El estratega tomó el mando del equipo consiguiendo una serie de buenos resultados y obligando a ByN a tomar una decisión sobre su ratificación o elegir por otro técnico para el plantel de honor.
Y precisamente, determinar la continuidad del actual adiestrador de los albos fue uno de los grandes aciertos de Salah y la directiva de Blanco y Negro.
El ex delantero se hizo cargo del primer equipo y guió a Colo Colo a su anhelada estrella número 30 tras ganar el título del Torneo de Clausura 2014, consiguiendo una corona después de casi cinco años de sequía.
Junto con lograr nuevamente el campeonato del fútbol chileno, el Cacique regresaba al plano internacional después de cuatro años de ausencia.
Pero no todo fue positivo, porque entre
los roces que tuvo Salah con Tapia siempre estuvo el tema de los refuerzos. El DT quería jugadores experimentados, pero para la concesionaria el arribo de algunos nombres tenía costos muy elevados, algo que generó problemas entre ambas partes. Por ejemplo, la llegada de Fabián Orellana nunca se concretó.
El hasta hoy presidente de ByN
también tuvo conflictos con los jugadores, principalmente por todo el revuelo que generó el "Caso Barroso". Parte del plantel le recriminó al timonel su falta de apoyo tras el castigo que recibió el defensor argentino por sus polémicos dichos contra la ANFP.
Es parte de lo que ha vivido Salah al mando de Colo Colo. Ahora alista su partida con el equipo peleando un nuevo título del fútbol chileno y siendo protagonista en la Copa Libertadores.