Mayweather y Pacquiao se vieron las caras este miércoles.
AFP
LAS VEGAS.- Aunque Floyd Mayweather asegure una y otra vez que la gran pelea del sábado contra Manny Pacquiao "no es una batalla entre el bien y el mal", el filipino y su entrenador Freddy Roach si se han tomado el asunto como el combate de "chico malo contra chico bueno".
En una la rueda de prensa de este miércoles en el teatro del hotel MGM Grand de Las Vegas, ambos púgiles se mostraron tranquilos en sus declaraciones.
Hasta accedieron a tomarse una foto mostrando el cinturón de diamantes, que por valor de un millón de dólares otorgará el Consejo Mundial de Boxeo al ganador de este pleito.
"Yo soy un realista. Esta pelea no es el bien contra el mal. Es un boxeador que está en la parte superior y otro en la inferior. Así es como lo veo", manifestó "Money", que a sus 38 años se autocalifica como "el más grande en la historia del boxeo".
Con un récord de 47-0 y actualmente sindicado como el deportista mejor pagado del mundo, Mayweather asegura ser incluso más grande que el icónico Muhammad Alí.
"Para vencerme a mí, hay que pelear casi perfecto, y hasta ahora nadie lo ha hecho", aseguró el estadounidense, que se llevará una bolsa de 120 millones de dólares de los 300 asegurados que tendrá la llamada "Pelea del Siglo".
Pacquiao, de 36 años y con foja de 57-5-2, 38 nocáuts, recibirá los 80 millones de dólares restantes.
"Creo en mis habilidades. Creo que voy a salir victorioso", dijo Mayweather, quien expone sus cinturones de peso welter del Consejo Mundial de Boxeo y la Asociación Mundial de Boxeo, ante Pacquiao, el campeón de la Organización Mundial de Boxeo.
Pese a lo que diga Mayweather, lo cierto es que la manía de ostentar por las redes sociales su lujoso tren de vida, se ha ganado la animosidad de la otra parte de la fanaticada que no comulga con su forma de ser.
Mayweather aseguró el miércoles "que el dinero no es importante, si ya tienes todo lo que quieres. ¿Qué otra cosa puedes comprar?".
Pacquiao tranquilo
Pacquiao, un congresista de su país a quien muchos ven como futuro presidente de Filipinas, activista de obras de caridad y cristiano devoto, es la otra cara de la moneda en este desafío.
Y más como un político que como un boxeador se comportó Pacquiao en la rueda de prensa. Ecuánime en sus palabras, se limitó a agradecer a todos los involucrados en que esta pelea se hiciera realidad, luego de seis años de desencuentros y espera.
"Espero que sea una buena pelea. Los dos nos hemos preparado bien, y con la bendición de Dios daremos un buen espectáculo", aseguró el púgil filipino.
Quien si le puso un poco de polémica la rueda de prensa fue Roach, que de nuevo intentó provocar a Mayweather, aunque sin conseguirlo.
"Creo que se equivocó en tomar este pelea. Y me pregunto si saldrá a aguantar o a correr, como hace siempre", dijo poco antes de que los combatientes tomaron asiento en el escenario del Ka Theater del MGM.
"Creo que él se vio obligado a tomar esta pelea, y como dije antes, le vamos a patear el trasero, porque esto se trata de un chico bueno contra un chico malo", aseveró el entrenador de Pacquiao.